“Hemos observado que el sistema penitenciario salvadoreño sufre serias deficiencias estructurales'', declaró Escobar en una conferencia de prensa.
Estas deficiencias ``son fundamentalmente el resultado de la falta de políticas públicas y proyectos orientados a lograr que el sistema penitenciario cumpla realmente con sus fines constitucionales'', explicó el relator de la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Al dar a conocer un informe preliminar sobre la visita que inició el pasado 5 de octubre, alertó que, según cifras oficiales, en el país existe ``un hacinamiento de más de 300 por ciento en las cárceles para adultos'', mientras que un 45 por ciento de los internos en centros para menores ha sobrepasado los 18 años.
Cifras oficiales indican que el sistema carcelario alberga 23,840 reos en 23 centros diseñados para una población de 8,110 internos.
Señaló, sin embargo, que el hacinamiento y sobrepoblación carcelaria, la obsolescencia de la infraestructura física, la mala situación de mantenimiento de las instalaciones físicas, los problemas de salud, de alimentación y falta de educación son ``comunes a América Latina''.
Escobar expresó su preocupación por las recientes medidas implementadas por el Gobierno del presidente Mauricio Funes, como los registros efectuados por el Ejército a los visitantes de los penales, y la prohibición a la entrada de menores, lo que, consideró, “afecta el derecho fundamental a la familia''.
También advirtió la “grave situación'' que se registra en el cumplimiento de las necesidades básicas, especialmente de alimentación.
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