Y a todos los que lleguen de otras villas con ganados u otros negocios, con el fin de pacer las hierbas entre los límites dichos, que en esta escritura se leen los hombres vecinos de la Villa de Braña Osaria, los aprisionen y de las cosas y ganados que hallaren entre sus indicados límites, hagan la otra mitad para los hombres de la Villa de Braña Osaria y todos los que llegaren a poblar la Villa de Braña Osaria no den doncellas ni guardias a los Castillos y solamente paguen el tributo que estuviere a su alcance, al Conde que estuviere en el Reino”, así reza la escritora que el conde Munio Nuñez firmó el 15 de octubre del año 824 y que constituyó él Fuero Carta de Brañosera cuya exaltación se ha llevado a cabo recientemente, en su XXI edición, con una serie de actos, que han servido, también, para potenciar la Ruta de los Formontanos, ese camino que recorrieron las familias que salieron de Malacoria (Mazcuerras) , hace 1.200 años, para repoblar la Meseta.
Fue en las primeras décadas del año 700 cuando la invasión árabe hizo que las gentes humildes acuciadas por el miedo a la espada y por la hambruna huyeron hacia el norte, que luego arrancando de los angostos valles cantábricos generan un movimiento repoblador. Detrás vienen los nobles y abades. Es el conde Munio Núñez quién entiende la necesidad de organizar la repoblación que, amparada en la presura, es inestable e ineficaz para garantizar el avance. Así llama hombres libres a sus súbditos dotándoles de derechos mediante la Carta Puebla. Esta repoblación singular de hombres libres dará el origen de Castilla.
A lo largo del mes de octubre se han llevado cabo una serie de iniciativas en las que han participado los municipios que cruza este histórico camino. En primer lugar, el 3 de octubre, al pie del monumento a Los Foramontanos, obra de arquitecto Peridis, situado en la Hoz de Santa Lucía a orillas del río Saja y en el que se recoge la frase de Víctor de la Serna “Aquí comienza España” se presentó la Asociación Ruta de los Foramontanos, que preside el impulsor de la idea y vecino de Cabezón de la Sal, Jesús Maestegui. Allí firmaron los estatutos de la nueva asociación los alcaldes de los municipios cántabros de Mazcuerras, Cabezón de la Sal, Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y Hermandad de Campoo de Suso, y el palentino de Brañosera.
Las VI Jornadas de Historia del Fuero de Brañosera se ha repartido por diversas localidades como Barruelo de Santullán, Vallejo de Orbó, Cabezón de la Sal, Argüeso, y el propio Brañosera donde el día 13 los vecinos y visitantes tuvieron la oportunidad de revivir el fuer con la presencia de autoridades cántabras y castellano leonesas, muestras de oficios y artesanía tradicional, folclore y se recibió a una treintena de vecinos de Cabezón de la Sal, que hicieron su entrada en la villa después de recorrer el trayecto entre Salcedillo y Brañosera, ataviados con vestimentas del siglo IX y con animales como caballos, burros y cabras, simulando como lo hicieron hace 12.00 años aquellas gentes que salieron caminando del norte.
El alcalde de Brañosera, José María Mediavilla, definió el acto de Exaltación del Fuero como una “oportunidad histórica para os municipios de la Montaña Palentina y de la Ruta de los Foramontanos”
Una marcha con la misma ambientación se hizo en el mes de septiembre, pero de tres días de duración, que fue lo que tardaron los caminantes en recorrer los más de 80 kilómetros que separan las localidades de Mazacuerras y Brañosera. Hubo etapas en Barcena Mayor, Argüeso y Brañosera.
COLONOS
La Ruta de los Foramontanos a principios del siglo IX, en el año 814 según los Anales Castellanos, acogió una progresiva corriente de colonos que procedían de la Cornisa Cantábrica y atravesando el Collado de Somahoz, llegarían a la Meseta. Este trasiego de gentes daría lugar a la Repoblación de Castilla. Diez años más tarde, en el 824, el Conde Munio Núñez daría forma jurídica a esa corriente repobladora otorgando la Primera Carta Puebla de España, el Fuero de Brañosera.
Es por este motivo que el origen del Fuero de Brañosera pudiera ser consecuencia de una ruta de colonos que comienza diez años antes (814) desde orillas del Cantábrico, con la finalidad de repoblar las tierras de Castilla.
Esta y otras corrientes repobladoras que se van cimentando a lo largo del siglo IX tienen una clara correlación en términos bélicos con la propia Reconquista que culminará siglos después, en 1.492 en Granada, con la formación del Reino de España.
Por esta y otras razones, según diversas fuentes académicas consultadas, puede considerarse a La Ruta de los Foramontanos, como el segundo camino histórico en importancia de España.