La ardilla se llama Hammy y fue rescatada por Abyy cuando solo tenía unos días de vida. La chica la cogió y la cobijó con su cabello. Desde entonces la ardilla habita en su cabello, suba y baja por la coleta de Abby y por las noches se acurruca en las hebras de Abby para dormir.
Según el portal Que.es, “la dueña asegura que casi siempre se recoge el pelo con coleta porque así es mucho más fácil que la ardilla suba y baje a su gusto de su original casita.”
En la casa de Abby, sus padres también están contentos y se sienten satisfechos por la acción que su hija tuvo con el animal.