Fragata Libertad-  Buitres y la Historia del Perro que se Muerde la Cola

El asunto del emblemático buque-escuela está considerado en muchas publicaciones de Internet un papelón argentino, algunos lo comparan al drama de 1982 en las Islas Malvinas, mientras varios familiares de los marinos que permanecen en el Puerto de Tema han declarado públicamente vivir días de angustia sin poder dormir por la situación de sus seres queridos; se quejan de no conseguir respuestas oficiales, dicen que los militares no reciben aliento del Gobierno y se enteran de todo (sic) por publicaciones de Internet, a la vez estos familiares critican con dureza a las máximas autoridades nacionales por el riesgo al que exponen a los uniformados.

Según portal de Yahoo, el diario “ La Nación ” habría publicado: “Cuestionan que los marinos usen armas”.  “Aislados en un puesto fijo a 10.000 kilómetros del apoyo más cercano, el grupo de 45 marinos recibió la directiva de defender con armas la Fragata Libertad ”.

“En agosto de 2008 el Congreso incorporó al Código Penal sanciones específicas de la actividad castrense”.

“El Artículo N° 273 establece que ‘será penado con prisión de dos a ocho años el militar que por imprudencia, negligencia o impericia en el arte militar o inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo causare o no impidiere la muerte de una o más personas”.  El ministro de Defensa es considerado un militar a efectos legales, dice el matutino.

“Sostener una posición frente a lo que marca la autoridad del puerto por lo que sea no amerita poner en riesgo la vida de los hombres que allá están cuidando a la Fragata ”, habría manifestado en un programa de radio el ex ministro de Defensa José Pampuro.

“El actual ministro de Defensa argentino (A.P.) ordenó exhibir armas con actitud disuasiva” (…) “Una orden del ministro de Defensa no alcanza para evitar siquiera una causa judicial contra los marinos a su regreso”, agregó Pampuro.

Yahoo también menciona nota de “Ámbito Financiero”: “El Gobierno argentino ordenó alistar unos 50 marinos para ir a proteger al buque de guerra”. “Ya fue dada la orden al jefe de la Armada …”.  “El refuerzo es para cubrir los puestos y el servicio de guardia adecuado para la navegación del cruce del Atlántico, en caso que las autoridades ghanesas accedan a liberar a la fragata hoy mismo, fecha que vencen los plazos judiciales antes que la Argentina acuda al Tribunal Internacional del Derecho del Mar”.  (En Hamburgo, Alemania).

Muchas opiniones se parecen a lo que escribí con anticipación y publiqué desde una postura neutral, sin fanatismo, porque Argentina puede tener razón en parte y por otro lado está complicando las cosas encaprichada en no mover a la nave, lo que debería ir separado del enojo por el embargo de los denominados “fondos buitre” y menos ordenar la bravuconada patriotera de exhibir armas, que de haber ocurrido en un país avanzado (de los que no juegan a los soldaditos), la historieta terminaba en un desastre. En el campo de lo supuesto, podían haber colocado un buque de guerra a prudente distancia, luego llegaría una advertencia por altavoz, un cañonazo al aire y dos cañonazos al centro de la nave y rebeldía terminada; lanchas de rescate para heridos y después sí se sentarían a discutir largo y tendido.

Desconozco los mecanismos de arreglo de estos conflictos, sólo pensé que la prepotencia argentina podía desencadenar violencia en esa costa africana por no querer desplazar al barco a otro amarradero y repudié en mi fuero íntimo la actitud soberbia y ajena a marco legal de no permitirse la recuperación en paz de la Fragata.

Desde la comodidad de un escritorio de poder a miles de kilómetros de distancia no se puede burlar disposiciones de la justicia de otro país y hacer amenazar con armas a sus autoridades ¿qué les espera a nuestros jueces, entonces?   

No entiendo el aparente desprecio por la vida de 44 ó 45 marinos anclados en Ghana, salvo como dije adelantadamente, tengan previsto un pago secreto y esperar aplausos por traer a la Fragata gracias a “firme y gratuito pedido”.  Nada nos puede sorprender a los ciudadanos a esta altura del partido, teniendo en cuenta algunos hechos revelados semanas atrás (presuntos 28 embargos de bienes en el mundo) que no conocimos durante años y habrían solucionado (?) mediante “varita mágica”. Si fue así, me disculpo y llegue un sincero abrazo a los salvadores. 

Horacio Jaunarena, otro ex ministro de Defensa de Argentina, hoy habría hablado por radio sugiriendo al Gobierno nacional: “No perder la racionalidad y acatar el fallo de la justicia de Ghana que ordena trasladar a la Fragata Libertad ”. “Si la Corte Suprema de Ghana ordena el traslado, Argentina tiene que aceptar para no poner en riesgo la vida de la tripulación”. “El uso de armas por parte de los marinos es un gravísimo precedente internacional…”.  

Incoherencia oficial: aquí le cortan la luz a un ciudadano por 30 días de atraso (al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se la cortaron hace varios meses por no saldar deudas y la empresa proveedora de electricidad dejó en oscuridad a monumentos históricos, plazas públicas, etc.); con orden judicial desalojan a familias por no pagar el alquiler de una vivienda durante dos meses; desalojan a manifestantes (sólo de la oposición, por supuesto) con gases, bastonazos, balas de goma y los encarcelan; policías o gendarmes han herido y matado indios en el norte argentino por reclamar derechos a la posesión de sus tierras; la policía ha matado a balazos a manifestantes que les tiraban piedras en justos reclamos contra gobernantes y ahora las autoridades pretenden que "no le corten la luz y combustible a un barco argentino que está judicialmente incautado en otro país" (por lo que fuere), con militares que se niegan a moverlo del muelle donde obstaculizan tareas comerciales (lo reitero porque es un hecho incorrecto), cumpliendo órdenes desde Argentina de quedarse donde están y “resistir con armas de fuego” (apuntar a las autoridades).

Capítulos de la enredada novela: aparece en Ghana una supuesta e inflada deuda con los “fondos buitre”, mandan a la nave a la “boca del lobo”, es incautada por un juez africano; desde EE.UU., otro juez nos presiona a pagar, en Ghana la dirección del Puerto de Tema solicita correr de lugar a la nave, Argentina se niega, un juez del Continente Negro ordena que se cumpla la medida, nuestras autoridades disponen que se impida con armas, la rebeldía de los marinos no es reprimida con violencia, los ghaneses recurren únicamente (no sé mañana) a cortar el suministro de electricidad, combustible, etc., Argentina continúa sin ceder en llevar a otro sector a la fragata y preocupados (?) por la "injusticia" los funcionarios del poder salen a pedir la escupidera a otras naciones en papel de “damnificados”.

Reconozco que los marinos pasan momentos duros, pero a sabiendas que cumplieron posibles órdenes incorrectas deberían armarse de paciencia y no de balas, mientras nuestros funcionarios realizan costosas (en millones de pesos) diligencias y hermosos viajes por el mundo tratando de lograr que liberen al barco.

También creo que los tripulantes de la fragata deberán atenerse a las consecuencias porque metieron la pata y lo peor sería (conste que lo digo en potencial) que no existan directivas por escrito, firmadas y selladas de la superioridad, decidiendo la cadena de mandos “lavarse las manos” y  cuando los uniformados lleguen a Buenos Aires, el esperado “premio al valor” se convierta en sumarios administrativos o de otro tipo y entren en riesgo sus carreras, todo para demostrar al mundo que no hay tolerancia oficial a “errores de subordinados”.

Conviene recordar que algo similar pasó con el arribo del buque-escuela a Ghana. Al ser incautado hubo sanciones y relevo de altos jefes navales, renuncias en la superioridad de Buenos Aires y siguió el cuento de “El Gran Bonete” (yo no fui), luego un poderoso miembro de un área de mando de la fuerza reconoció haber dado la orden, presentó renuncia (?) y “no se la aceptaron”. Dato: desde mayo de 2012 sabían por escrito las máximas autoridades del país y organismos competentes que la Fragata Libertad en su viaje de egresados iba a desviar y anclar en el Puerto de Tema, República de Ghana.  

¿Analizará alguien cuántos millones de pesos o dólares gastaron hasta la semana pasada en trámites y viajes al exterior por esta cuestión?, más lo que comenzaron a usar esta semana, siguiendo con lo de Hamburgo y lo que vendrá. Pasajes en vuelos de primera clase, hoteles de lujo, la mejor comida, ropa y calzados para diferentes reuniones, traslados en vehículos último modelo (tal vez helicópteros), uso de decenas de teléfonos celulares para comunicaciones permanentes con Argentina y tal vez otras naciones, secretarias, asistentes, seguir contratando cuerpos de abogados, gestores y muchas cosas más que no voy a detallar y las que no conozco porque son asuntos secretos que cuatro o cinco "caciques" arreglan a puertas cerradas, sin conocimiento del pueblo.

Es imposible resolver un problema si paralelamente lo complican ¿no se habló de 60.000 dólares diarios que podría reclamar Ghana por nuestra terquedad de tener el  barco en espacio que el Puerto quiere libre? ¿en este patrón abusivo y carente de respeto    podemos pretender que otras naciones nos solucionen errores?  Es un papelón, no quedan dudas. Insisto: no hablo de la deuda que reclaman los “fondos buitre”, me limito  a la negativa de nuestros gobernantes a mover la nave y haber mandado a intimidar con armas de fuego.

La Fragata Libertad puede ser “suelo argentino”, pero balas de armas de guerra apuntando a cuerpos de autoridades extranjeras en su propio país, tiene otra lectura.

Este asunto (vueltas sobre lo mismo), es la historia "del perro que se muerde la cola";  como dije antes, la contratación de defensores y viajes al exterior de comisiones de “componedores” costará decenas de millones de pesos a las arcas públicas argentinas, mientras hay expansión de los cordones de pobreza, endeudamientos, inversiones que dan pérdidas, reclamos de jubilados que están en la peor miseria, protestas de todo tipo, un “cacerolazo” que sacó al pueblo a la calle en casi todo el país cansado de la creciente inseguridad, abusos, trabas al dólar y a importaciones de elementos y remedios necesarios, imparable inflación, impune corrupción (estaría probado), presiones a la prensa independiente y a la justicia, etc., todo expresado en carteles y voces de más de un millón de indignados sin banderas políticas, sumado a huelgas de diferentes gremios, inexplicable vaciamiento de obras sociales y más problemas periódicamente difundidos por entendidos y damnificados.

Quiera Dios que se calmen los buitres, reine la paz y aquí (dicho respetuosamente) decidan cuidar los fondos públicos para invertirlos en seguridad, salud, educación, recta administración de justicia y erradicar la pobreza.

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Carlos Estrada (apolítico) *escritor y periodista de investigación con trayectoria pública  desde 1970.

Buenos Aires, Argentina, 13 de noviembre de 2012.

Nota: las fotografías copiadas por el autor podrían tener defectos, pero no pierden valor como documento ilustrativo.