De todas las localidades de la costa ricas en marisco destacan Cancale, Oleron y Beauvais, donde se cultivan bateas de mejillones a pleno oleaje pero bajo el control del hombre.. Después llega la oferta de los distintos tamaños de ostras o mejillones –en Francia no se aparecían los excesivamente grandes-- que el cliente elige siempre ad libitum.
La ciudad de Cancale y la isla d´Oleron tienen fama por sus ricos criaderos de marisco, que producen la especialidad de la región, entendiendo por tal la alta Bretaña y la baja Normandía. Las ostras son de dos clases, planas y alargadas, todas ellas se venden numeradas de uno a cuatro y las primeras, las grandes son las más caras.
El océano Atlántico tiene aguas sanas y bien batidas para ofrecer un marisco inmejorable. Las pescaderías, con frecuencia especializadas, ofrecen unos escaparates bien presentados que parece joyerías; ciertamente presentan joyas del mar, bien sea de roca, bajura o alta mar. El sabor a mar de sus productos está asegurado. Uno parece deleitarse con el sabor refrescante del pescado y el marisco que, bien lo saben los que hacen dieta, no engorda.
Un Museo ilustrado sobre la vida marítima
El Museo de Artes y Tradiciones Populares de Cancale, que ha cumplido en 2012 los 30 años de su fundación, ofrece al visitante un amplio recorrido etnográfico y antropológico sobre los hombres de mar y sus oficios con un despliegue de barcos, fotos, muebles, indumentaria o útiles de trabajo.
La vida marítima de Cancale en toda su amplitud: pesca, regatas, construcción naval, la ostricultura se manifiesta en este museo no muy grande pero delicioso, con una animación audiovisual que documenta distintos aspectos de la historia y el presente de esta ciudad costera de Bretaña.
Más información
www.museede cancale.fr