Durante décadas, el abordaje quirúrgico de esta enfermedad estuvo dominado por la resección transuretral de próstata (RTUP) o por cirugías abiertas. Sin embargo, ambos métodos presentan limitaciones importantes: mayor riesgo de sangrado, hospitalizaciones prolongadas y una recuperación más lenta. La medicina moderna exige técnicas más seguras, efectivas y con mejores resultados funcionales.
En este contexto, la enucleación de próstata con láser de Holmio (HOLEP, por sus siglas en inglés) ha emergido como el nuevo gold standard en el tratamiento quirúrgico del CPO. Este procedimiento utiliza la energía del láser de Holmio para enuclear de manera completa el tejido prostático obstructivo, preservando la cápsula prostática. Posteriormente, el tejido es fragmentado y extraído, lo que permite un análisis histopatológico preciso.
Las ventajas del HOLEP son claras:
- Seguridad superior: menor riesgo de sangrado, lo que lo hace ideal incluso para pacientes anticoagulados.
- Versatilidad: es eficaz independientemente del tamaño de la próstata, desde glándulas pequeñas hasta próstatas de gran volumen.
- Recuperación más rápida: menor tiempo de sondaje y estancias hospitalarias significativamente reducidas.
- Durabilidad de los resultados: al retirar todo el tejido obstructivo, la probabilidad de necesitar una segunda cirugía en el futuro es mínima.
En mi práctica como urólogo, me enorgullece haberme especializado en el tratamiento del crecimiento prostático obstructivo mediante HOLEP. A lo largo de mi experiencia he perfeccionado esta técnica, lo que me permite brindar a cada paciente una atención personalizada con los más altos estándares de seguridad y resultados comprobados.
La enucleación con láser de Holmio no solo mejora los síntomas urinarios de manera inmediata, sino que ofrece una recuperación funcional superior y un nivel de seguridad que ninguna otra técnica quirúrgica ha alcanzado hasta ahora.
Hoy, podemos afirmar con certeza que el HOLEP representa un avance transformador en la urología moderna. Su adopción creciente a nivel internacional respalda su eficacia, y los resultados clínicos lo colocan por encima de cualquier otra alternativa disponible.
El mensaje es claro: el crecimiento prostático ya no debe ser sinónimo de cirugías agresivas ni de largos periodos de recuperación. Con la tecnología del láser de Holmio, hemos dado un paso decisivo hacia una urología más precisa, menos invasiva y centrada en la calidad de vida de los hombres.
(CN-04)