"Anuncio con hondo pesar la renuncia del enviado especial para Siria, Kofi Annan", dijo Ban en un comunicado, en el que lamentó la marcha de su predecesor en la ONU mientras continúa la "espiral de violencia" en Siria.
Annan ha fracasado al intentar frenar la violencia e instaurar su plan de paz, que exigía entre otras cláusulas el alto el fuego. China y Rusia han vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU los constantes intentos de endurecer las sanciones del régimen sirio.
El pasado febrero el secretario general de la ONU y la Liga Árabe dieron a conocer, en la víspera de la reunión en Túnez del 'Grupo de Amigos de Siria', que se había buscado un peso político de la escena internacional para encontrar una solución a los once meses de crisis en Siria.
El elegido fue el experimentado Kofi Annan, exsecretario general de la ONU y Premio Nobel de la Paz en 2001, que tenía por delante uno de los mayores desafíos de su carrera: cumplir el mandato de su sucesor y actual máximo responsable de la organización, Ban Ki-moon, de poner fin a la violencia en Siria.
Entonces, las esperanzas estaban puestas en que el diplomático puediera "lograr el fin de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos" y promover una solución pacífica a la crisis mediante "consultas amplias y tratar con todos los interlocutores dentro y fuera de Siria".
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