“Sí, en la Villa Olímpica se folla mucho”

 “Los atletas son extremistas. Cuando entrenan, entrenan al máximo. Cuando salen a beber, pueden beberse 20 copas. Como es un experiencia única, todos quieren tener muchos recuerdos, ya sean sexuales, en las fiestas o en las competiciones. He visto gente practicando sexo en los matorrales“, asegura Solo.

El tema no queda ahí y la entrevista prosigue con la guardameta contando cómo celebró su medalla en Pekín el equipo femenino de fútbol: mucho alcohol, mucho sexo, famosos por medio como el actor Vince Vaughn y traca final en las habitaciones privadas de los deportistas. “A la mañana siguiente, aún borrachas, fuimos a una entrevista, imagínate cómo salió”.

Prosigue el argumentario: “En la Villa hay miles de deportistas que llevan años preparándose intensamente, chicos y chicas saludables que no tienen a periodistas ni padres sobreprotectores alrededor“, dice el capitán del equipo de waterpolo de EE.UU, Tony Azevedo.

Para tenerlo todo bien controlado y evitarse problemas, la Villa Olímpica estará provista de 150.000 condones gratuitos. Cada deportista tocará a unos 15 y no penséis que son muchos, porque se terminarán agotando, como sucedió en Sidney 2000 (se repartieron 70.000) y Pekín (80.000).

En mi pequeño sondeo realizado entre los deportistas españoles al respecto, abundan los “esto no te lo he dicho yo”, “puedes contarlo, pero no pongas mi nombre” y similares técnicas para quedar en el segundo plano mientras su titular salta al primero. En Pekín, un atleta español de cuyo nombre no debo acordarme fue más rotundo. “Sí, en la Villa Olímpica se folla mucho. Cuando los deportistas terminan sus competiciones, hay fiestas cada noche y muchos no se vuelven a casa porque quieren apurar los días, conocer a alguien y…”, practicar los otros Juegos Olímpicos.