Ruslan Galasov: Pintura entre el Cáucaso y España

Durante su paso por Moscú en la década de los 80, el autor se formó en el ambiente artístico de la capital rusa, donde sostuvo un fructífero contacto con diversos pintores en sus respectivos talleres. Paulatinamente, Galasov iría definiendo su estilo estudiando la obra de los maestros que atraían sus retinas: en primer lugar rusos como el Casimir Malevich de los comienzos que representara campesinos; el ruso-judío, Marc Chagall y el ítalo-parisino Amadeo Modigliani. Después llegaría a Madrid, donde los grandes nombres de la Escuela Española de pintura le llamaban desde el Museo del Prado.


En suma, la pintura de Ruslán Galasov se sustenta sobre sabias referencias plásticas de forma y color, para dar expresividad al mundo personal que el artista lleva dentro. El paisaje caucasiano con sus hieráticos y sugerentes personajes llena las telas de su pintura. Las vistas de sus prolongadas montañas blancas, sus bosques, lagos y las pequeñas casas de leñadores ocupan el espacio pictórico de este autor.
“Son rostros genuinos del Cáucaso”, explica el pintor cuando muestra sus cuadros con parejas de enamorados, ancianos o profetas, a los que confiere una representación muy particular, sobre todo en ambientes melancólicos o festivos, en los que aparecen con el clásico ritón hecho con cuerno de carnero, con instrumentos musicales o flores en las manos. Junto a ellos –en otras obras- se muestran algunos tipos españoles como los toreros, bailarinas o damas, presentes en su expresión plástica.


Ruslán ha logrado unas claras señas de identidad artística que le honran. Su pintura es reconocible a primera vista porque su dicción formal y cromática se articula de un modo singular. Su paleta se define en una serie de colores audaces y sordos al mismo tiempo y sus ritmos cobran protagonismo decisivo a la hora de componer el cuadro. El artista posee un mundo propio que es el que da carácter a su trabajo, cada día más consolidado y reconocido. Su vocabulario icónico otorga vida a una pintura bien trabada.