Solo cuatro de cada diez denuncias efectuadas por infracciones en materia cinegética se les abre expediente sancionador. De esas cuatro, dos acabarán con sanción, otro será sobreseído, y el cuarto será archivado tras alargar los plazos, según los agentes forestales. Del resto de denuncias no constará ni la apertura de expediente. Por si fuera poco, los agentes señalan en su informe que las sanciones impuestas son “de risa”.
Esta actuación de la Comunidad de Madrid supone un nuevo desprecio del trabajo de los agentes forestales, dificultando su labor. “El objetivo de la Comunidad es desacreditar a los agentes forestales, para que al final nadie vigile y proteja los derechos de los animales”, defiende Laura Duarte, portavoz del Partido Animalista-PACMA.
Por ello, desde la Asociación Profesional de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid denuncian la escasa productividad del Área de Disciplina Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, y proponen la implantación de la necesaria Ley de Caza de la Comunidad, o una actualización de las sanciones que generaría un importante efecto disuasivo.
Sin embargo, las conclusiones del estudio no se quedan ahí. Los agentes forestales también señalan que el último expediente sancionador se abrió hace 17 meses, en diciembre de 2010. Además, hay seis infracciones que llevan más de un año con el expediente abierto y de las que no se les han realizado más diligencias. Asimismo, también denuncian que el instructor no es ejemplarizante con las sanciones a las 37 denuncias que se han realizado por cazar en vedado —algunas de ellas en lugares de Interés Comunitario o Parque Regional—. Por último, los agentes forestales denuncian que la pasividad del órgano sancionador ha permitido al menos dos casos de reincidencia.
Al final, las personas que matan y envenenan animales quedan impunes y, como casi siempre en España, la ley es un coladero de delincuentes en el que los derechos de los animales nunca son tenidos en cuenta.
Desde el PACMA reclamamos una Ley de Caza estricta y llevamos en nuestro programa electoral la prohibición de esta actividad sangrienta, que acaba con la vida de miles de animales cada año, deja heridos a otros muchos y contamina nuestros bosques.
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