La patronal propone para salvar el Imserso eliminar los viajes desde el extranjero 

La patronal turística está "cocinando" sus propias recetas para mantener el máximo número posible de plazas en el Imserso ante el recorte del 25% del presupuesto anunciado en abril por el Gobierno. El objetivo, salvar el programa de vacaciones para mayores tal y como se ha conocido hasta ahora, como un producto turístico que además de sus beneficios sociales para los jubilados, permite a numerosos hoteles de Benidorm y la Costa Blanca permanecer abiertos durante los meses del crudo invierno gracias a las 100.000 plazas que tienen asignadas y que supone un total de 250.000 pensionistas al año.

Este "cocktail" de medidas -tal y como lo definió el propio presidente de la patronal turística valenciana Hosbec, Antonio Mayor- será elevada próximamente al Ministerio de Asuntos Sociales -que es el que organiza del Imserso- y consta de varios ingredientes y una misma filosofía: defender los aspectos esenciales del Imserso, lo que el sector conoce como el "programa genérico" y que es el que permite a los empresarios hacer algo de negocio y a los trabajadores preservar sus puestos laborales: para entenderse, el Imserso del jubilado que viene a Benidorm desde cualquier comunicad autónoma a pensión completa y al que el Gobierno subvenciona el viaje con 20 euros diarios. Todo lo demás, los elementos aleatorios que sin embargo le cuestan a las arcas estatales mucho dinero extra debería suprimirse para compensar el tijeretazo de 28 millones recién aprobado. "Es época de sardinas y no de langostas ni de lujos", dijo en este sentido Mayor volviendo al símil culinario.

¿Y qué es lo aleatorio? Pues según Hosbec en primer lugar debería suprimirse el cupo de pensionistas que viajan gracias al Imserso desde Europa o Sudamérica a los diferentes destinos españoles incluidos en el programa. Básicamente porque el Gobierno se gasta en cada uno de ellos 350 euros. Con esta misma filosofía de austeridad, Mayor también abogó por eliminar los destinos a balneario, a su juicio otro lujo: "está claro que quien quiere viajar a un balneario puede pagárselo de su propio bolsillo". Se trata de un programa específico caro, demasiado caro: cada viajero le cuesta entre 35 y 40 euros al Gobierno, que invierte en total más de 30 millones en una iniciativa que curiosamente ha recortado en tan sólo un 16%, frente a la reducción del 25% del programa general del Imserso.

Estas medidas generales podrían complementarse, tal y como ya se ha dicho en otra ocasión, con un ligero aumento del coste que paga de su propio bolsillo el jubilado español; eso sí, tendría que ser lo suficientemente "ligero" para que, después de tanto años, los usuarios no pierdan interés por el invento.

Las patronales están elaborando estas propuestas a petición del Gobierno, que solicitó a los hoteleros medidas de su propia cosecha para aligerar los efectos de su propio recorte, tal y como anunció el pasado viernes en Benidorm la secretaria de Turismo, Isabel Borrego. Mayor también expresó su esperanza de que esa reducción de los fondos del Imserso sea menor a la inicialmente prevista, aunque admitió que es una posibilidad complicada, ya que se trata de una de las muchas actuaciones de austeridad que se ha planteado el Ejecutivo de Rajoy a través de su Ministerio de Hacienda.