www.euromundoglobal.com

73 millones de tiburones son exterminados anualmente en el mundo

Miles de aletas de tiburón son dejadas en las veredas de Hong Kong para secarlas al sol

Pinche este enlace para ver el vídeo: http://vimeo.com/37750108

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Miles de aletas de tiburon al sol, en las calle Hong Kong
Miles de aletas de tiburon al sol, en las calle Hong Kong

HK Street Sharks

vimeo.com

Thousands of sharks fins are laid out across the sidewalk in Sheung Wan, Hong Kong for airing and sorting. To help stop this sign our petition and get Dr Giam removed from CITES so that sharks may finally get protected.

https://www.change.org/petitions/save-the-sharks-help-us-remove-dr-giam-from-c...

 

Aletas de tiburón en un 'secadero' en Lima, Perú
Aletas de tiburón en un "secadero" en Lima, Perú

Las aletas de tiburón se utilizan habitualmente para elaborar un tipo de sopa considerada una exquisitez en Asia y que alcanza un precio muy elevado; motivo por el que hoy en día se capturan la mayor parte de los tiburones. En 2005, tres países europeos (Países Bajos, Francia y España) estuvieron entre los principales implicados en el comercio de aletas de tiburón. Después de China, España es el segundo mayor exportador mundial de aletas de tiburón a Hong Kong, uno de los mayores mercados del planeta.

Los estados de la Unión Europea (UE) desempeñan un papel crucial en el comercio internacional de tiburones y de su carne. Aunque en 2005 estos países sólo produjeron el 12% del total de la carne de tiburón de todo el mundo, fueron responsables del 56% de las importaciones globales y del 32% de las exportaciones. En 2006, la UE importó más de 40.000 toneladas.

Italia es el principal consumidor de carne de tiburón de Europa y recibe más del 30% de las importaciones de la UE. Este país también es el cuarto mayor importador de otros productos derivados, después de España, Corea del Sur y Hong Kong.

Alemania se encuentra entre los cinco principales importadores europeos de productos derivados del tiburón, con más de 1.000 toneladas importadas en 2006. En este mismo año Francia importó más de 3.600 toneladas de carne y productos de tiburón.

En muchos países donde se vende carne de tiburón, ha surgido la necesidad de camuflar el nombre tiburón con múltiples eufemismos, para vencer la resistencia que oponen algunos consumidores ante la compra de los derivados de este animal.

El aceite de hígado, el cartílago y la piel son también productos derivados del tiburón que se emplean con diferentes fines. Entre los ejemplos más destacados se encuentran las cremas faciales y las botas de fútbol.

Algunos registros remontan la pesca de tiburón a la antigua Roma. Sin embargo, en las últimas décadas el volumen de las capturas de tiburones ha aumentado exponencialmente. Y, en la actualidad, constituyen una pesca objetivo tanto para las flotas pesqueras industrializadas como para las pesquerías artesanales. Los tiburones se capturan principalmente por sus aletas, para elaborar la tradicional sopa de aleta de tiburón china. Hasta mediados de la década de los 80, durante la era de Mao Zedong y Deng Xiaoping, la aleta de tiburón se consideraba una exquisitez imperial prohibida en la mayoría de las mesas chinas y extremadamente cara para la mayor parte de la población.

Pero cuando la economía asiática despuntó, también lo hizo la demanda de la preciada sopa. Clasificada como un alimento “pu” (fortalecedor), a la aleta de tiburón se le atribuyen cualidades medicinales. Es el equivalente a la sopa de pollo de Occidente: es buena para curar una gripe, fortalecer la salud y el sistema inmunológico en general. Como las aletas de tiburón son mucho más valiosas que el resto del cuerpo, a menudo se realiza lo que se conoce como finning. Esta práctica, cruel e increíblemente derrochadora, consiste en subir a cubierta un tiburón, cercenar sus aletas y devolver el animal (a veces todavía vivo) al mar, donde inevitablemente morirá.

El equipo de Oceana llevó a cabo una investigación durante un año sobre el comercio de aletas de tiburón, en la que visitaron puertos, comerciantes e industrias del sector de todo el mundo. En los puertos, descubrieron que entre las especies de tiburón más importantes para el mercado de aletas se encontraban la tintorera (Prionace glauca), el marrajo (Isurus spp.), el pez martillo (Sphynra spp.) y el pez zorro (Alopias spp.). Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación

de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) los marrajos, los peces martillo y los peces zorro, que son pesca objetivo de las flotas palangreras de España y Portugal, se encuentran “amenazados”.

Aunque las aletas son la causa principal de la captura, cada vez mayor, de tiburones en todo el mundo, hay otras partes que se utilizan y consumen. En paralelo a los importantes mercados de aletas de tiburón de Asia, se han abierto otros nuevos, como los de algunos países sudamericanos. En Brasil y en países de Europa Oriental se han creado mercados como respuesta a las capturas crecientes de tiburones de Europa Occidental.

La carne blanca de tiburón es muy apreciada por los consumidores europeos y, a menudo, sustituye a otros peces sobreexplotados de valor superior. Por ejemplo, en Italia los filetes congelados de tintorera se venden junto a los de pez espada. Los filetes de tiburón son más económicos y a veces se venden en lugar del sobreexplotado pez espada, ya que tiene un aspecto similar.

Recientemente, Polonia ha comenzado a demostrar cierto interés por los filetes de tiburón, gracias a las crecientes importaciones procedentes directamente de España.

Por otro lado, los mercados de aceite de hígado de tiburón existen desde el siglo pasado. Históricamente, este tipo de aceite se usaba como lubricante de gran calidad para máquinas, pero más tarde fue reemplazado por productos sintéticos. Hoy en día se utiliza para producir escualeno, un caro ingrediente en ciertas cremas y lociones cosméticas.

Se dice que el escualeno aumenta la absorción de las cremas y lociones para la piel y que evita la deshidratación. Algunas especies de tiburón de aguas profundas, pesca objetivo por su aceite de hígado, se han visto diezmadas, como el caso de la pailona (Centroscymnus coelolepis) y el quelvacho negro (Centrophorus squamosus).

La demanda de aletas, carne y aceite de hígado de tiburón, junto con la presión pesquera que esta demanda implica, ha llevado a numerosas especies de tiburones al borde de la extinción. Explotarlos únicamente para comercializar algunas partes de su cuerpo y sin aprovechar el animal entero no es una práctica de pesca sostenible. Como consecuencia, según la Lista Roja de la IUCN, un tercio de las poblaciones europeas de tiburones y rayas evaluadas se considera “amenazada”.

De la cabeza a la cola

Las aletas de tiburón pueden llegar a ser extremadamente caras. En Asia el precio de cada una de ellas puede alcanzar los 1.000 euros. Las aletas más caras, normalmente de las especies más grandes como el tiburón peregrino (Cethorhinus maximus), se exhiben en tiendas y restaurantes donde se sirve sopa de aleta de tiburón. Un bol de esta sopa puede llegar a costar 80 euros en restaurantes. Los consumidores habituales de este plato son hombres de negocios chinos a punto de cerrar un trato importante con sus socios, y clientes que desean que se les trate como personas VIP. Los hombres de negocios que no invitan a comer sopa de aleta de tiburón se arriesgan a perder credibilidad, ya que servir este plato se considera una muestra de respeto hacia los socios. Además del entorno empresarial, este tipo de sopa se incluye habitualmente en los menús de los banquetes de boda  y otras celebraciones. La sopa de aleta de tiburón, hecha a base de un cartílago gelatinoso bastante soso y condimentado con caldo de pollo o cerdo, era uno de los platos principales de los banquetes formales de la dinastía Ming (1368-1644 a.C.). En el pasado, sólo un puñado de pequeñas regiones de alrededor de Cantón (China) y el sureste de Asia, conocían esta sopa y la tomaban en ceremonias y celebraciones, pero no como comida cotidiana, ya que la aleta de tiburón (incluso hace 30 años) era difícil de conseguir.

Hasta mediados de la década de los 80, durante la era de Mao Zedong y Deng Xiaoping, la aleta de tiburón se consideraba una exquisitez imperial prohibida en la mesa de los países comunistas. Era un plato que solo podían consumir los más adinerados debido a sus desorbitados precios. Con el resurgimiento de la economía china, el crecimiento de la población y la existencia de unas normas sociales más relajadas, hoy en día cada vez hay más consumidores que prueban aleta de tiburón por primera vez.

Clasificado como un alimento fortalecedor, a la aleta de tiburón se le atribuyen múltiples cualidades medicinales. Es buena para curar una gripe, suaviza la piel de las mujeres, sirve como reconstituyente e incluso como afrodisíaco. Los consumidores determinan el prestigio y las propiedades tónicas de la sopa por la longitud, el grosor y la textura de la ceratotriquia, o las fibras que forman las aletas.

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (19)    No(0)

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
EURO MUNDO GLOBAL
C/ Piedras Vivas, 1 Bajo, 28692.Villafranca del Castillo, Madrid - España :: Tlf. 91 815 46 69 Contacto
EMGCibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.EditMaker 7.8