María José Pérez Grange ofició la ceremonia de la presentación en un acto que estuvo muy concurrido y en el que no faltaron el poeta Antonio Hernandez ó Tomás Paredes, también poeta y presidente de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, quien ha escrito sobre la autora:
“Filospfhâri” huele a naturaleza, a campo; en sus poemas se desata un ritmo que nos impregna de música; sueños, ensoñaciones, imaginación y fantasía cabe una lisura campechana del decir. Sin dejar de ser profundo es sencillo, sin renunciar a la dureza es se-da; sin levantar la voz, canta con los pájaros que vuelven. Y nostalgia, hay melancolía, soledad, dolor, y un son de despedida. “Fue ciego el corazón creyendo/ que siempre vol -verían las primaveras”.
Treinta y dos poemas donde la autora reflexiona sobre la vida, su sorpresa y su sentido, en definitiva filosofa en el sentido de preguntarse por las cuestiones más arduas y esenciales del vivir y el existir, la ansiedad, el deseo, la esperanza...
“¿Por qué no puede un deseo remover el mundo”, se pregunta en uno de sus poemas. “Ruge la noche en el ánfora del tiempo,/ rugen los deseos removiendo las pupilas,/ los abismos, los vacíos, los espacios; un azar exigente, cruel, trazó el camino; la vida se llenó de errores rompiendo la armonía…”
El poemario “Filosophari” termina con el poema titulado “Mi legado”: “Os dejo tanto inacabado, tanto…, / porque he vivido soñando distraída/ y me faltó llegar a todos los planetas”.