Aventura Senso-experiencial en la Casa Museo José Carlos Mariátegui

Esta Casa Museo tuvo a bien, ceder el espacio a la asociación “Peruanicemos al Perú”, quien organizo el taller “El abecedario de los Sentidos” y con cuyos participantes hemos hecho un viaje bien particular.

Allí se han juntado personas de diferente procedencia profesión y edad, pero como bien decía una de las participantes del taller del distrito del Agustino – Laura- “cuando cerramos los ojos, todos somos iguales”. Y yo asiento, en el hecho objetivo de que lo único que existe en nuestro taller es, por un lado el mundo externo a cada individuo, y por otro cada uno con sus sentidos, que son los mismos para todos, los cuales se afinan, y nos dan esa realidad de igualdad, máxime cuando cerramos los ojos físicos.

No hace falta saber mucho, solo sentir, y entonces darse cuenta que estas “habitando” una casa que contiene algo bien especial, y no hablo de los cuadros, los muebles, manuscritos, antigüedades o fotografías que le dan nombre de museo. Ahí se respira el estar en la que fue casa de uno de los más importantes pensadores del Perú, según intelectuales y políticos de diferentes épocas, y además acercándonos a una de las artes que no fue precisamente exitosa en su vida, pero si muy de su interés, el teatro.

Al teatro Senso-Experiencial nos acercamos en la que fue la residencia mas simbólica de Mariátegui, “La de Washington Izquierda”, y nuestra sesión la comenzamos con el pie desnudo sobre la madera fina del “Rincón Rojo” que guarda las famosas tertulias que sostuvo con intelectuales y lideres obreros de su tiempo; una sala sobria en la que al fondo entre las dos paredes esta el mueble de madera forrado en rojo con asientos de cuero en la parte baja y una repisa, que le da nombre a la sala.

Y de la misma manera que antaño se reunieron a una misma vez grupos de escritores, artistas, estudiantes y obreros, durante junio nos reunimos escritores, artistas estudiantes y obreros en perfecta sintonía, para llevar adelante una tertulia sensorial, y como antes, ir extendiéndonos, avanzando, por el resto de habitáculos sintiendo y presintiendo las paredes que sostienen un sin fin de cuadros del museo y que entonces sujetaban algunos cuadros propios y una mayoría de cuadros de amigos en exhibición para la venta.

Y así entre historias de museo, historias personales, aromas, canciones, música y poesía, durante el mes de junio nos acercamos a la creación Senso-Experiencial; toda una aventura que me deja mas convencida que nunca de que los museos y lugares bellos han de abrir puertas y ventanas a diferentes disciplinas artísticas, tal y como generosamente lo hizo esta Casa Museo de José Carlos Mariátegui, para dar un valor añadido a la existencia que tiene su esqueleto y contenido, y así generar sensibilidad, pensamiento, comunicación, vida…