El cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida.... (XIV)

Enero, un buen mes para comenzar.

Si ya hemos dejado atrás los excesos en la comida y bebida que nos depararon las fiestas de fin de año, es una buena ocasión para poner en marcha esos propósitos que por años viene postergando: bajar de peso, y mejorar su apariencia y rendimiento físico. No hay que olvidar que los años pasan (y más rápido de lo que Ud. cree) y mientras más demore en tomar una decisión al respecto, mayores serán los obstáculos a vencer.

Lo primero, convencerse...

Lo hemos dicho muchas veces. El mejorar su aspecto, rendimiento físico o perder kilos, debe ser una decisión asumida de manera total, ya que si lo hace por obligación, esto le traerá una dificultad añadida a las que ya tiene de manera normal en su vida diaria y con toda seguridad, abandonará a la primera oportunidad.

Lo segundo, hacerse un autoexámen...

Una vez que haya decidido comenzar una rutina de ejercicios, debería autoexaminarse con toda frialdad y franqueza y reconocer cuales son las partes que desea mejorar, aunque en un principio y particularmente si Ud. nunca ha hecho ejercicio físico de manera regular, lo mejor sería comenzar con un programa general que le vaya preparando el cuerpo para luego, una vez superada esta etapa inicial, atacar de manera específica cualquier zona o parte de su anatomía.

En términos generales, la mayoría de las personas que nunca se han preocupado por su aspecto físico suelen tener como base, el exceso de peso, caldo de cultivo ideal para otros detalles que según sea el caso (hombre o mujer), se localizarán o presentarán con más frecuencia, como por ejemplo: en hombres, los kilos de más y falta de actividad física traen como inmediata consecuencia, una tripa abultada, piernas y brazos flojos, y rápida fatiga al subir escaleras o realizar algún ejercicio poco frecuente (como cambiar una rueda al coche por ejemplo).

En las mujeres, el exceso de peso y la ausencia de actividad física regular traen aparejadas la acumulación de grasas en zonas muy específicas (cintura, muslos, caderas) y parte de esta grasa se transforma luego, en la temida y rebelde celulitis que en ocasiones no desaparece jamás.

A diferencia de los hombres, en quienes el sobrepeso genera una tripa fuerte, rotunda, voluminosa y prominente, en la mujeres la tripa se reparte en los antiestéticos michelines alrededor de la cintura, región abdominal y también en la zona lumbar, al tiempo que aumenta, la grasa acumulada en la zona pectoral, que produce como efecto inmediato, una caída de las glándulas mamarias, situación que provoca un estiramiento de los músculos y ligamentos que sujetan el pecho con lo cual este pierde ese aspecto sólido y turgente que le hacen hermoso.

Por otra parte hay que considerar que aunque la piel es muy elástica, en algunos casos de mujeres que después de haber tenido un exceso de peso notable consiguen rebajarlo, ciertas zonas de su cuerpo no consiguen recuperar del todo la tirantez de la piel dando origen a una cierta flacidez que según que zonas, resultan en ocasiones menos atractivas que un rollo o michelín.

Para evitar estas desagradables consecuencias, de las cuales la celulitis es la más temida y difícil de erradicar, lo más conveniente sería dedicar desde temprana edad, unos minutos por semana para el ejercicio físico regular. Un cuerpo acostumbrado desde siempre a la actividad física más allá del simple hecho de caminar, tiene menos posibilidades de acumular grasa, michelines y celulitis y sobre todo, pensando en que la vida actual, no favorece precisamente el que podamos llevar una vida ordenada en nuestros hábitos de alimentación, otra de las grandes causantes de nuestro exceso de peso.

Alimentarse bien, pero sólo lo justo y necesario...

Hemos dicho en muchas ocasiones que la mayoría de nosotros come demasiado, por múltiples razones y no vale la pena detallarlas aquí y ahora. Cada uno de nosotros es plenamente consciente de comer más de lo que necesitamos para mantenernos bien y si a eso agregamos la ingestión extra de bollos, dulces y de la llamada comida basura tan de moda hoy, especialmente en la población joven, tenemos el ambiente propicio para ganar kilos de más, en el corto plazo.

Haga un repaso de lo que come a diario y se dará cuenta  que salvo casos muy excepcionales, una de las mayores preocupaciones y a la cual le dedica más tiempo diariamente, es al comer: desde las tapas y la caña de la media mañana, hasta la cena y la pizza de última hora para acompañar la programación nocturna de la televisión.

Haga un intento para este año 2011 de hacer más ejercicio y comer menos, verá que bien puede sentarle a su cuerpo y a su salud... Será hasta la próxima....