Julio Iglesias o Julito para los amigos, coincidió conmigo en el Colegio de los Sagrados Corazones de la calle Martín de los Heros de Madrid.
Alfredo Fraile, por su parte cursaría casi simultáneamente sus estudios obligados de bachillerato en su honívodo de la calle de Villanueva, esto es, en el barrio de Salamanca.
Saltándome un montón de años, yo conocí al manager del cantante en una de las habitaciones de la planta baja del lujoso y moderno hotel Villamagna, en primera línea con la Castellana.
Alfredo Fraile con su expresividad y su voz templada y grave comentaba con un técnico de su equipo:
“Hay que hacer con Julio una leyenda”. Aquella frase sonó como un trallazo en mis oídos.
Y así fue, con toda esa genialidad y artesanía comenzaron las canciones con partitura y música de Manuel Alejandro, José Luis Perales, Cecilia, o Gershwin, Colle Porter, Irving Berlin o Agustín Lara,
Julio, Julito para los amigos, o incluso y algo despectivamente el Play Boy de Argüelles (la calle Benito Gutiérrez, donde vivía de soltero) inició el vuelo que llegaría a ser estratosférico, hasta llegar a convertirse en el cantante latino más famoso y con mayor número de discos vendidos.
El mismo contaba que cuando un día en un concierto en Nueva York se le acercó Frank Sinatra, le temblaron las piernas hasta tal punto de pensar que iba a caer, pero Frank “la Voz” poniendo si mano derecha sobre su hombro, susurró: “Julio, sé bienvenido, vas a ser el mejor”. Y él pensó, “Ya lo soy”. Así me lo contó.
Efectivamente, Alfredo Fraile tuvo la genialidad de hacer una mezcla entre la vida privada del cantante y sus avatares, con el título y las letras de las canciones más románticas; que comenzaran a rodar como una bola de nieve por una ladera, hasta crecer y crecer y arramplar con todo.
Así surgieron, desde el 17 de julio de 1968 en que ganara el Festival de Benidorm, con “La vida sigue igual”, hasta:
“Me olvidé de vivir”
“De niña a mujer”
“Soy un truhán , soy un señor”.
“Lo mejor de tu vida”
“Por el amor de una mujer “
“Ni te tengo, ni te olvido”.
“Un canto a Galicia”
“Hey”
Y así, Alfredo Fraile, fallecido el pasado 12 de marzo en la fundación Jiménez Díaz, víctima del Covid 19. Hizo de Julio Iglesias un mito y un icono mundial.
NOTA.- Me llega la noticia de fallecimiento del compositor español Antón García Abril, que compusiera la banda sonora del filme “Largo Retorno”, sobre mi novela del mismo título, dirigida por Pedro Lazaga y con Linne Frederick y Marck Burns de protagonistas.
A ambos conocí y traté.
Podría añadiros que ambos viven, están ahora en “El mundo de lo invisible”, ya que nosotros somos el alma o no somos nada; y el alma es inmortal, en experiencia y personas tan diferentes como Sócrates y Jesucristo.