La policía y los valores democráticos

También el poder coercitivo que tienen los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a veces no nos gusta, porque el contacto que tenemos habitualmente con ellos, supone por lo general prohibiciones a no pasar de las llamadas líneas de policía, una multa de tráfico o por haber aparcado mal, etc. y sin embargo son los garantes de nuestro derechos y libertades, como explícitamente se regula en la ley correspondiente.

Quisiera con este articulo agradecer a las distintas policías que tenemos en España, por su esfuerzo y dedicación precisamente para que podamos ser más libres y que tengamos una sociedad más justa, resulta que en el artículo primero de nuestra Constitución se dice que la justicia y la libertad son valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico y ellos los garantizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en sus distintas modalidades y regímenes jurídicos, precisamente así lo establece la vigente ley que regula a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y más en concreto en su artículo, 9, en le en distintos apartados otorga a estos:

-Velar por el cumplimiento de las leyes y disposiciones generales a las ordenes de las autoridades.

-Mantener y restablecer en su caso en su caso el orden y la seguridad ciudadana.

Esto en cuanto al orden público, la seguridad ciudadana que prefiguran la paz social, porque sin paz no es posible el buen funcionamiento de la sociedad, el que todos los ciudadanos nos podamos dedicara nuestras actividades que conforman precisamente el desarrollo personal, laboral y social de nuestra personalidad y para cumplir nuestro fines a tevés de los proyectos que libremente desarrollamos.

También en ese artículo se fijan como competencias:

-Prevenir la comisión de delitos

- Investigar esos delitos.

Estas competencia de la policía las realiza en aras a la justicia porque es imposible que una sociedad se pueda desarrollar cuando no se practique la justicia, porque las injusticias generan malestar en quien las sufre y en quienes las perciben, porque los delitos que persiguen la policía evitan precisamente el que queden impunes esas actividades antisociales que tanto mal hacen a la sociedades.

¿De qué nos serviría que la Constitución Española de 1978, la actual y vigente, nos otorgara un sinfín de derechos si no hubiera quien nos pudiera garantizar su ejercicio?

No nos sería útil también que recogiera muchas libertades públicas y privadas si esta no hubiera nadie que nos la pueda garantizar, directamente al ejercerlas nosotros, o de forma indirecta eliminando los obstáculos que impidieran que las podamos disfrutar.

Por ejemplo que adelantamos con ser titulares del derecho a consumir, si no hay mercaderías en los establecimientos para poder ejercitarlo.

Que adelantaríamos con tener el derecho a elegir a nuestro representantes, si cuando fuéramos a votar o nos lo impidieran físicamente, o no gozáramos de un recinto discreto donde podamos hacerlo sin que las miradas inquisitoriales de otros nos vigilen y sepan a quien votamos.

Como podríamos desarrollar nuestro derecho a la salud si las medicinas fueran tan caras que no las podríamos comprar, o en las listas de espera de los hospitales tuviéramos que aguantar muchos meses para que nos intervinieran quirúrgicamente.

La libertad es uno de los bienes más preciados , y junto con la justicia y la paz social, forman una trilogía sin la cual no es viable una sociedad democrática, porque los derechos si no se garantizan su ejercicio, terminan por no detentarlos precisamente porque no se pueden ejercitar, y que podamos hacerlo es de los que se encargan nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, vaya por delante mi congratulación por ellas que nos permiten vivir en paz, con seguridad y posibilitan el ejercicio de nuestras libertades públicas y privadas.

Vaya desde aquí mi tributo y reconocimiento a los que cayeron en el cumplimento de sus obligaciones, en acto de servicio.

^(*) Pedro José Rodríguez Iglesias es escritor