Líder del cartel narco del Golfo murió en combate en México

Cárdenas Guillén era hermano del encarcelado ex líder de la organización criminal, Osiel Cárdenas Guillén. Las autoridades consideran que ‘Tony Tormenta’ dirigía ahora el poderoso cartel, junto con Jorge Eduardo Costilla Sánchez. Su muerte se suma a los fallecimientos o capturas de un creciente número de jerarcas de las drogas desde que el presidente Felipe Calderón envió a las fuerzas armadas a combatir el narcotráfico en varias regiones del país.

Otros cuatro delincuentes, tres marinos y un soldado murieron en el enfrentamiento en la ciudad del estado norteño de Tamaulipas, al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas, dijeron autoridades militares. Un periodista de un diario local también falleció en el tiroteo.

PÁNICO EN LA POBLACIÓN
En toda la ciudad, los vecinos se encerraron en sus casas durante la batalla y muchos se comunicaron entre sí a través de redes sociales de Internet como Facebook y Twitter.

Alejandro Poiré, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, confirmó la muerte del presunto capo.

Cárdenas Guillén, de 48 años, había sido acusado de narcotráfico en Estados Unidos, donde las autoridades ofrecieron una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su captura. Las autoridades mexicanas también habían ofrecido una recompensa de 2 millones de dólares.

La muerte de ‘Tony Tormenta’ representaría un golpe al segundo cartel narcotraficante más poderoso de México, en medio de la guerra que Calderón declaró hace cuatro años al crimen organizado.

“El día de hoy se da un nuevo paso significativo en la desarticulación de las bandas criminales que tanto daño hacen a la población de nuestro país”, dijo Poiré.

¿QUIÉN ERA ‘TONY TORMENTA’?
En la ciudad de Houston se acusaba a Cárdenas Guillén, nacido en 1962 en Tamaulipas, por cargos relacionados con el tráfico de cocaína.

Osiel Cárdenas Guillén encabezó el cartel del Golfo hasta el 2003, cuando fue detenido por autoridades mexicanas. Se le extraditó a Estados Unidos en el 2007 y en febrero una corte en Texas lo sentenció a 25 años de prisión.

El noreste de México, una zona otrora controlada por el cartel del Golfo, ha experimentado un aumento en la violencia, con tiroteos a plena luz del día y decenas de cadáveres decapitados hallados en sitios públicos. Este recrudecimiento de la violencia ha sido atribuido a una lucha de poder entre el cartel y los Zetas, una organización de ex militares mexicanos que primero funcionó como una banda de sicarios pero luego extendió sus operaciones al narcotráfico.

PERIODISTA PERDIÓ LA VIDA
En su página de Internet, el diario El Expreso informó que su reportero Carlos Guajardo cubría el enfrentamiento a tiros cuando fue alcanzado por las balas. El rotativo no informó más detalles sobre la violencia.

Otros medios locales informaron que Guajardo salía del área del tiroteo cuando su vehículo fue alcanzado por una veintena de tiros.

El Comité de Protección de Periodistas informó en un reporte reciente que al menos 22 trabajadores de la prensa mexicana han muerto violentamente desde diciembre del 2006. A nivel nacional, más de 28.000 personas han perecido en hechos violentos atribuidos al narcotráfico.

MÁS OPERATIVOS
En tanto, las autoridades informaron de un operativo de la Policía Federal la tarde del viernes en la ciudad colonial de Pátzcuaro, en Michoacán, que desató numerosos incidentes de violencia, incluidos secuestros, disturbios e incendios de automóviles en la autopista entre esa localidad y la capital estatal, Morelia. El cartel de La Familia Michoacana controla ese estado occidental.

Además, las autoridades de Guerrero, en la costa del Pacífico, dijeron que los familiares de veinte turistas michoacanos que desaparecieron en la balnearia Acapulco identificaron los restos de cinco de ellos entre los 18 cuerpos que se encontraron en una fosa clandestina.