Con este nuevo documental, la actriz pretende levantar la voz contra la industria farmacéutica, criticando que únicamente busque la rentabilidad económica. Con un estilo muy sobrio e imágenes que rebosan naturalidad y verdad, el documental me mete en la intimidad de las familias y conversa con los médicos e investigadores que trabajan gracias a la ayuda de ONG como Uno entre cien mil y la firma Viceroy, que soportan económicamente una beca de investigación cada año.
Cuando empezó a rodar, Penélope explicó que quería llenarse de imágenes, de información, y después decidir qué forma y cómo contar todas aquellas historia, en la rueda de prensa ha explicado que trabajó con el guión en la cabeza y que fue alrededor de una mesa, sentada con algunos de los padres que le presentó el presidente de la ONG, José Carnero, donde encontró la clave: mientras los padres hablan libremente de sus experiencias, de cómo supieron que sus hijos estaban enfermos, el espectador ve el día a día de los pequeños.