La historia tras la revelación del verdadero rostro de Jesús

Desde niños conocemos el clásico aspecto angelical y sereno de Jesús, popularizado en iglesias, películas y en millones de hogares: alto, de pelo castaño y largo, rostro alargado, tez blanca y ojos claros. Sin embargo, un investigador no está de acuerdo con tal imagen, por lo que decidió revelar cuál habría sido su rostro a través de técnicas de ciencia forense.

Fue así como Richard Neave, ex académico de la Universidad de Manchester, examinó tres cráneos semitas del área de Galilea en el norte de Israel, empleando métodos similares a cuando se busca identificar a las víctimas de algún crimen. El científico usó tomografías computarizadas para tomar imágenes con rayos-x de los cráneos, evaluando el espesor del hueso y recreando la piel y los músculos del rostro, basándose en ilustraciones de anteriores hallazgos arqueológicos.

Neave, quien ha reconstruido rostros famosos como el de Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, y el del rey Midas de Frigia, utilizó un software que verificó los resultados con los datos históricos para entonces, realizar una reconstrucción digital en 3D de la cara del predicador.

El siguiente paso consistió en crear un molde del cráneo considerando el espesor de los tejidos faciales y el color de la piel entregados por el programa, modelando posteriormente los labios, párpados y nariz, siguiendo la forma de los músculos.

Sin embargo, el análisis no es capaz de revelar el color de los ojos y el pelo, por lo que se siguieron las tradiciones y el aspecto judío de la época, vale decir pelo corto, barba y ojos oscuros.

Asimismo, tras examinar los restos óseos hallados en antiguas expediciones arqueológicas en el área, se llegó a la conclusión que probablemente Jesús era de baja estatura, medía alrededor de 1,5 metros y pesaba unos 50 Kg. Y a diferencia de las clásicas representaciones occidentales, su piel era de color oscuro y su musculatura estaba bien desarrollada, ya que había trabajado como carpintero hasta los 30 años.

La historia se basa en estudios realizados en 2001 revelados en una serie de documentales de la BBC y fue publicada por Popular Mechanics a principios de este año, pero sólo hoy adquirió una inusitada notoriedad.

Recordemos que no es el primer intento de desvelar cómo habría sido el rostro original de Jesús. En mayo de este año, un grupo de investigadores utilizó una técnica inversa de envejecimiento basando sus estudios en la Sábana Santa de Turín, logrando una imagen cercana a cómo se hubiese visto a los 12 años.