¿Qué debes saber para comprar un anillo de compromiso?

A la hora de escoger anillos de compromiso es muy importante saber seleccionar la piedra adecuada para metal precioso y para cada mujer. Un aspecto positivo que ofrecen tanto el oro blanco como el platino es que son dos metales que hacen brillar más intensamente al diamante, permitiendo de este modo que la gema luzca con todo su esplendor. Tanto el oro blanco como el diamante resaltan el color del diamante haciéndolo brillar con más esplendor. Por su lado, el oro amarillo hace resaltar a la perfección el color de la esmeralda y el oro rosa el del rubí.

Cabe señalar que un distribuidor especializado debe siempre certificar la procedencia de los diamantes, seleccionándolos por ejemplo de la Bolsa del Diamante de la ciudad belga de Amberes y ofreciéndonos un certificado de calidad en donde se especifique la calidad de la piedra.

A la hora de elegir cuál es el anillo de pedida que más se acerca a nuestras posibilidades es fundamental fijarse en el precio. Hay que tener claro una cosa, las piedra preciosas son un bien limitado, escaso y codiciado. Es fundamental tener en cuenta que existen muchas calidades, en función de su peso, talla, claridad y color el precio puede multiplicarse de forma considerable.

Los expertos recomiendan fijarse un límite de precio y no sobrepasarlo, pensarlo bien y analizar esta transacción como algo que va a durar toda la vida y no como una inversión. Y conviene tener clara una cosa, en joyería, el tamaño no lo es todo, es decir, a veces es preferible adquirir un diamante más pequeño que uno enorme pero con baja calidad. Siempre lucirá mucho más un diamante de calidad, por pequeño que sea, pero que brille con luz propia.

En cuanto al diseño del anillo pasa como con los gustos, que no hay nada escrito y nadie tiene la certeza absoluta. Es una cuestión de preferencias y algo muy personal. Pero, por regla general, siempre hay que tener en cuenta que un anillo de compromiso es algo que debe perdurar para toda la vida, por lo que hay que intentar obviar modas pasajeras y decantarse por un modelo clásico. Esto no quiere decir que dentro del estilo más tradicional no se puedan incorporar algunos elementos que le den toques más contemporáneos, simplemente que al ser una alianza para toda la vida, tiene que ser atemporal, combinar con todo y ser ponible en cuantas ocasiones lo requiera. El diseño es, ciertamente, importante, pero la calidad en un diamante es imprescindible. Para que estas gemas brillen con toda su fuerza, tiene que alcanzar un equilibrio entre sus diferentes características, color, pureza o calidad de talla.