Monago: “Cherchez la femme”

Las noticias aparecidas en los periódicos estos días dieron cuenta del rápido hallazgo de la femme del presidente Monago. Una atractiva mujer de origen colombiano, de 37 años, que bien justificaba la urgencia de Monago por cumplir parte de su apostolado político en las “Islas Afortunadas” que después de todo, son también parte del territorio nacional y a través del cual pueden moverse libremente y sin limitación alguna, los altos tribunos en el ejercicio de sus facultades constitucionales.

No hay nada más patético y triste que un político u hombre con responsabilidades públicas pilladoen una mentira. Monago afirmó por activa y pasiva la supuesta calidad profesional de sus viajes aunque no pudo en ningún momento, dar prueba alguna de la naturaleza política de sus andares.

Hoy mismo sin embargo, Monago ha cambiado el discurso y se ha apresurado a explicar ya abiertamente, que durante sus años de senador, pudo hacer algunos viajes –entre los muchos que hacía-, de carácter privado y que en tal caso, “devolvería integro el valor de esos viajes” agregando que “para dejar fuera toda sospecha”, mejor, devolvería todo lo gastado en esos viajes realizados a Canarias y que “tanta controversia han despertado”

Como es una tónica general en el PP, Monago también debe pensar que los españoles somos tontos y ha interpretado el acto público de contrición, a modo de las “exorcizantes disculpas peperas” que tienen –como se ha visto-, la milagrosa capacidad de borrar todo mal y pecado y luego, aquí no ha pasado nada…

Curiosamente, todo esto se da en el contexto de la celebración en Extremadura, de las Jornadas sobre Estabilidad y Buen Gobierno en las Comunidades Autónomas, donde además del apoyo explícito de sus pares peperos de Extremadura, recibió el espaldarazo del presidente del Gobierno quien ha pasado por alto todo lo relativo a la cerrada negativa inicial de Monago, para luego, reconocer los hechos y asegurar la devolución del dinero público mal empleado. Extraña forma la del gobierno de remarcar de manera pública y notoria, su intención de acabar con la corrupción que está llevando al abismo a su partido, al gobierno y a él mismo.

Finalmente y para completar esta comedia, Monago –cual cocodrilo-, ha derramado públicamente sus lágrimas y aquí, acaba toda esta farsa pepera.