Una “Real” Injusticia

Pienso que se ha cometido una gran injusticia. A un buen técnico como él no se le puede haber olvidado en un par de años los conocimientos y conceptos futbolísticos con que saltó a la fama al “reflotar a un viejo y olvidado submarino”... Una vez más prima el concepto de “lo desechable”, pero en esta oportunidad afecta desgraciadamente a un honesto y correcto profesional.

Exijo respeto a la persona y al cargo que desempeña. Fue como cuando uno castiga a un niño: “¿Reprobaste el examen de Matemáticas?... entonces no habrá bicicleta para Navidad”. No creo que el único motivo para poner fin a su contrato haya sido el no obtener la copa, (me suena sólo a un pretexto). Así no se estilan las cosas…
Es un triste espectáculo valórico el que han dado al mundo deportivo las autoridades del Real Madrid.

Creo que por lealtad deportiva y compañerismo laboral Mourinho no debería aceptar una silla que aún no se enfría... sabiendo en las condiciones que le fue quitada a su antiguo dueño. No es cierto que “un clavo saca otro clavo”. Pero el día en que también a él le rescindan su contrato, él me encontrará razón.

Ha quedado demostrado que una vez más, en la alta competencia… “el fin justifica los medios”. Esto ya dejó hace mucho de ser deporte. Ahora ha caído en una espiral de competitividad empresarial y comercial.

Que pena por los que sentimos (o sentíamos) que el deporte engrandece y ennoblece al ser humano. Que triste para los que algún día nos sentimos identificados por el pensamiento del Barón Pierre de Coubertin, al decir: “lo importante no es ganar, lo importante es competir”. Esa noble frase ya no tiene cabida en el mundo que vivimos.