Marsans demanda a la IATA y mantiene venta de billetes tras retiro de licencia

En la demanda contra la IATA –que como aval para la devolución de la licencia pide 20 millones de euros (más de 26 millones de dólares)- el grupo del presidente de la patronal española Gerardo Díaz-Ferrán y de su socio Gonzalo Pascual afirma que en ningún momento ha incumplido sus compromisos de pago.

Según dijo Pascual a la prensa, se trata de una reclamación "supermultimillonaria", aunque no precisó el monto de la demanda a la IATA. Pascual agregó que, además, la auditoría realizada por la empresa PricewaterHouseCoopers demuestra que Marsans cumple "con creces" todos los requisitos para seguir operando y para que continúe con la licencia de venta de billetes aéreos.

Entretanto, los dueños de Marsans buscan el dinero pedido por la IATA y están negociando con algunos bancos, además de que siguen abiertos a una posible operación de compra-venta que hasta ahora despertó el interés de tres compradores.

El martes, tras conocerse la noticia, fuentes de Marsans caificaron de “extraña” la decisión de la IATA y afirmaron que “estamos al corriente del pago”, precisando que el último pago del canon que cobra la entidad internacional por servicios a las agencias fue hecho el 15 de abril.

En declaraciones a Europa Press, Pascual calificó la decisión de IATA de “injusta”, sin un plazo para impugnarla y vio en ello “una mano detrás”. “No se puede tomar una decisión de esta envergadura sin otorgar un plazo”, dijo.

A pesar del retiro de licencia de la IATA, Marsans ha continuado vendiendo billetes aéreos gracias a acuerdos bilaterales con aerolíneas de la alianza Oneworld, entre ellas Iberia y British, y a pactos puntuales firmados con Spanair y Vueling. En esa modalidad, Marsans puede vender billetes de avión con las placas de cada compañía con la condición de que se formalice el pago "mediante tarjeta de crédito", explicaron fuentes sindicales.

Según fuentes del sector, el 65% de las aerolíneas con las que trabaja Viajes Marsans habitualmente ha autorizado por esta vía la venta de billetes a través del touroperador, mientras que para el 35% restante la comercialización se está realizando con otro código IATA que "no ha sido cancelado".

La noticia del retiro de licencia de la IATA a Marsans coincidió con la decisión de la Justicia de declarar en concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) a la aerolínea Air Comet, que acumula una deuda de 310 millones de euros (unos 418 millones de dólares) y cesó sus actividades en diciembre.

Se informó, además, que el grupo BatallaJuanola retiró la oferta de compra por Air Comet tras la declaración del concurso voluntario de acreedores.

BatallaJuanola, que representaba en la operación a un fondo luxemburgués, Real Estate Distressed Fund, había supeditado siempre su oferta de compra definitiva por la aerolínea del Grupo Marsans al estado de sus cuentas, por lo que su intención era comprobar en la auditoría cuál era su realidad financiera y su deuda.

A raíz del desenlace, numerosos observadores y empresas del sector turístico español han visto toda la operación como un recurso de marketing de BatallaJuanola, que en el último mes ganó notoriedad en los medios por su supuesto interés en Air Comet.

Air Comet se vio obligada, el 21 de diciembre pasado, a cerrar por la inmovilización de su flota por orden de un juez británico y meses después de esa decisión y, al no encontrar otra solución, presentó el concurso de acreedores. El Ministerio de Fomento le retiró su licencia de explotación el pasado 15 de marzo y le comunicó el pasado 12 de abril que "no tiene ningún derecho de tráfico y no existe como compañía aérea", repartiendo sus "slots" entre España y Latinoamérica entre Iberia, Air Europa e Iberworld.

La compañía, fundada en 1996 por Marsans, volaba regularmente a Buenos Aires, Lima, Guayaquil, Quito, Bogotá, La Habana, Cancún y México.