www.euromundoglobal.com

CARTA DESDE ALEMANIA

Abuso en el sótano de la escuela

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Éste es uno de los muchos y diversos titulares que en los últimos días ha mostrado la prensa alemana en relación con hechos delictivos que han conmovido al país. Pero esta vez no se trata de condenar los crímenes nazis de aquel pasado tenebroso de la historia alemana, de los que sobre todo la prensa de habla inglesa informa una y otra vez con tanta fruición, sino de algo que mucha gente jamás imaginaría ni menos esperaría, ya que los autores de los hechos son los mismos que presumen ser los que dictan las reglas de la moral cristiana.
Sólo que dictar preceptos es otra cosa que llevarlos a la práctica. Después de que se diera a conocer la noticia del escándalo de que padres jesuitas habían abusado desde hace años de sus alumnos en el Instituto Canisius de Berlín, esto fue sólo como el destapar una olla maloliente que se estaba manteniendo cerrada bajo el lema de que no se puede hablar de lo que no puede ser –ni menos contarlo, más bien callarlo. El titular de un periódico berlinés es muy explicativo, cuando dice: “El internado del horror - En la elitista escuela católica dos sacerdotes abusaron durante años de niños. Y todos cerraron los ojos ante ello”.

Entretanto y a raíz de las declaraciones de ex alumnos de aquel colegio, se ha descubierto que ya en los años 70 y 80 se produjeron tales abusos contra niños, lo que según opinión de los ex alumnos era de conocimiento de los profesores y de la orden jesuita que mantiene y dirige el hasta ahora renombrado instituto berlinés. Ya en el año 1981 algunos ex alumnos declararon que ellos mismos habían enviado una carta de protesta a la dirección de la escuela y a la Iglesia católica. Diez años después uno de los padres jesuitas reconoció sus desmanes contra los niños, se retiró de la orden y emigró a Chile, desde donde en el pasado mes de enero se dirigió en una carta a sus víctimas de antaño, mostrando arrepentimiento por sus hechos. Las actuales autoridades jesuitas alemanas han prometido llevar a cabo una “exhaustiva investigación en interés de las víctimas”.

Entretanto se sabe que en el mencionado instituto desde 1975 a 1983 se abusó por lo menos de 22 niños y jóvenes. Según informaciones de la escuela, los autores de los hechos fueron dos páteres jesuitas que trabajaban como profesores. Una de las víctimas informó de qué modo uno de los religiosos entre los años 1975 y 1979 abusó de él repetidas veces en el sótano del colegio. Fue también él, quien con otros 7 alumnos escribieron una carta de protesta a la escuela y al episcopado, agregando que “jamás llegó una reacción” de ninguno de los dos destinatarios. La prensa informa que también otros colegios de jesuitas están involucrados en abuso de niños, por ejemplo en St. Blasien, en el sur de Alemania, donde un religioso que dio clases allí en la década de los 80 declaró ahora en Berlín que también él había cometido abusos contra algunos alumnos. Lo mismo sucedió en el colegio Sankt Ansgar de Hamburgo, donde dos ex alumnos dieron a conocer que habían sido víctimas de un jesuita que impartía clases allí de 1979 hasta 1982, el mismo que antes había reconocido que también había cometido el mismo delito con alumnos del instituto de Berlín mencionado al comienzo.

La prensa informa también que hasta ahora la política episcopal ha sido la de no responder a las protestas, acallar los hechos y trasladar simplemente de escuela o de parroquia a los sacerdotes involucrados, lo que confirman los hechos que ahora han salido a la luz.

Un lector bilingüe de este periódico dio a conocer una página alemana donde se dan a conocer tales hechos en una lista cronológica de los últimos años (se puede ver en alemán en : http://theologe.de/sexuelle_vergehen.htm - cuya página básica www.theologe.de tiene también publicaciones en español), y resulta verdaderamente chocante el leer a qué extremos de bajeza puede llevar la práctica de una falsa moral a representantes de una institución que se llama cristiana. La excusa de algunos miembros de esta institución, de que “todos somos pecadores”, es más bien una burla que no justifica de ningún modo el que se destruya la vida de niños y jóvenes a tan temprana edad. En Alemania los autores de los hechos pertenecen a las dos grandes instituciones eclesiales, la católica y la protestante luterana. Valgan algunos pocos titulares de periódicos, extraídos de esta lista, de algunos casos de Alemania, para ilustrar lo dicho:

“Pastor del norte de Alemania aconseja a una joven, durante una conversación en su calidad de padre espiritual, a que tenga relaciones sexuales con él”, ya que esto le haría bien a ella que sufre tanto por la separación de sus padres (Diario Stuttgarter Zeitung). “Diácono protestante acusado y condenado por abuso de menores”. Filmó vídeos sobre prácticas sexuales, abusó de chicos y chicas y fue condenado por ello. Desde entonces el sacerdote Harry R. ya no entiende al mundo y pregunta, “¿y qué importa todo eso, cuando la monogamia es un disparate moral, que la Biblia no exige en ningún lugar?” (Semanario Stern). “Ex monaguillo quería terminar la relación amorosa con él. Decano católico se arroja a un tren de carga. Para los creyentes él era una ‘figura luminosa’”, (Periódico Main-Post). “Sacerdote con antecedentes penales condenado por abuso de niños fue reafirmado por la Iglesia en sus labores parroquiales”. “Cruel experimentos con el alma de nuestros niños”. “Estoy feliz de que mi hijo nunca haya sido monaguillo” –declaración de una madre en el periódico Tagesspiegel.

“Escarnio: el obispo Gerhard Müller compara su equivocada política con el personal de sus parroquias con Jesús de Nazaret” (Spiegel online). “Si Jesús perdonó a los más grandes pecadores, ¿cómo podría negársele al párroco una segunda oportunidad?”, declaró el obispo después de que él había decidido que un párroco pedófilo ya penado antes volviera a ejercer funciones en la misma parroquia. El mismo obispo de Ratisbona rechazó ante estos hechos toda crítica al respecto diciendo que el único superior de un obispo es el Papa, “y de esa parte no he recibido todavía ninguna crítica” (Diario Süddeutsche Zeitung). En el pueblo protestante de Eschenau duró más de 30 años hasta que salieran a la luz pública las violaciones de niños y chicas jóvenes. Una de las declaraciones del autor de los hechos fue: “Las chicas a partir de los seis años ya no deberían ser vírgenes” (Diario Main-Post). “250 fotos pornográficas con niños en el ordenador de un cura” (diario Westfalen Blatt). “Cura católico condenado a 3 años y 9 meses de prisión por repetidas violaciones de un chico de 12 años”. En un internado de los “Misioneros de la Sagrada Familia”, en la localidad bávara de Bad Neustadt, según declaraciones de un ex alumno, un sacerdote iba cada noche y durante años al dormitorio de los chicos para llevar a cabo prácticas sexuales con ellos. “Las consecuencias para las víctimas son gravísimas”, declaró un periódico local.

En el obispado de Würzburg un sacerdote que abusó durante años de niños, envió a detectives a sus víctimas para que se desdijeran de sus declaraciones anteriores en contra suya, lo que dio motivo a que el sacerdote fuera finalmente suspendido de su cargo. Spiegel Online informa que hasta hace poco el párroco había seguido celebrando la misa al lado de sus monaguillos, con la venia de la Iglesia. Y por último una noticia reciente del periódico Frankfurter Rundschau: “Niños de orfanatos de horror, de la Iglesia católica, en el Estado de Hessen, tenían que estar durante horas en camisa de dormir en los pasillos, dejándose mojar por una monja en una bañera con agua fría o dejarse violar por un cura después de una confesión inofensiva. Hasta ahora sufren las consecuencias. Sus vidas han sido arruinadas en su mayor parte”.

¿Qué se puede comentar antes estos hechos delictivos de tan terribles consecuencias para sus víctimas? Los descritos son algunos pocos de muchos casos ocurridos en Alemania. Se sabe que en otros países ha sucedido lo mismo y que sólo la curia católica estadounidense ha pagado entretanto más de mil millones de dólares por indemnización a las víctimas de sacerdotes pedófilos. No deja de ser preocupante el que tales hechos hayan salido a la luz pública en países del mundo que dicen practicar la moral cristiana. Y por eso no es de extrañar que muchas personas ya no confíen en el Dios de las instituciones involucradas, aunque más de extrañar aún es el hecho de que muchas más sigan apegadas a los dogmas y preceptos con que se educa y por los que se rigen tales apóstoles de la moral eclesial, como los expuestos antes. Tal vez aquí se podría aplicar con propiedad la declaración de Jesús en el Evangelio de S. Mateo, 23, 14, en la Biblia: “Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros”. O quién sabe si la más clara declaración del vidente de Patmos, en el Apocalipsis, no se podría aplicar también, cuando refiriéndose a la prostituta Babilonia, “morada de demonios”, dice que oyó una voz que desde el cielo decía: “Salid de ella, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas”.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (19)    No(0)

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
EURO MUNDO GLOBAL
C/ Piedras Vivas, 1 Bajo, 28692.Villafranca del Castillo, Madrid - España :: Tlf. 91 815 46 69 Contacto
EMGCibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.EditMaker 7.8