El empadronamiento biométrico boliviano

Mientras estamos leyendo estas líneas posiblemente algún boliviano que radique fuera del país se esté inscribiendo en el registro biométrico boliviano en cualquiera de las siguientes ciudades: Barcelona, Buenos Aires, Jujuy, Madrid, Mendoza, Nueva Cork, San Pablo, Valencia o Virginia.

El número máximo de bolivianos que pueden empadronarse fuera de las fronteras de Bolivia alcanza la cifra de 211.093, cifra fue aprobada por el Congreso y de cuya ejecución se encargan los equipos humanos de la Corte Nacional Electoral en Argentina, Brasil, España y Estados Unidos.

Número máximo de residentes bolivianos que pueden empadronarse fuera de las fronteras de Bolivia

ARGENTINA
Buenos Aires 94.238
Jujuy 5.564
Mendoza 5.564
Total Argentina 105.546

BRASIL
San Pablo 23.028
Total Brasil 23.028

ESTADOS UNIDOS
Virginia 36.461
Nueva York 7.676
Total Estados Unidos 44.137

ESPAÑA
Barcelona 15.352
Madrid 15.352
Valencia 7.676
Total España 38.380

TOTAL GENERAL 211.093




Más allá de los debates sobre el 6% de bolivianos que pueden ser habilitados para ejercer su derecho a voto en el extranjero, se puede hacer la siguiente observación en base a lo que pasa en España.

Para llevar a cabo exitosamente la inscripción de cada persona en el registro biométrico, se necesitan entre 8 y 12 minutos por persona. Ahora bien, para registrar a 15.352 ciudadanos bolivianos en Madrid o Barcelona, a razón de un promedio de 10 minutos, resulta que son necesarios 153.520 minutos, es decir, 106,61 días de 24 horas de trabajo continuadas. Los números son sencillos y lo que vienen a decirnos es que aunque se cuenta con un equipo de notarios que hacen también la labor de operadores, alcanzar la cifra es, cuanto menos, un reto.

Ahora bien, en el caso de España, el periodo de inscripción comenzó el 15 de septiembre y terminará, por Ley, el 15 de octubre. En torno al debate de la ampliación del plazo o del porcentaje de votantes hay que tener en cuenta las cifras reales. Objetivamente, toda persona sensata coincidirá en que para empadronar a cantidades más altas de bolivianos, hubiera sido necesario que los registros biométricos en el extranjero hubieran comenzado mucho antes ya que si terminaran más tarde no habría tiempo par que se llevaran a cabo los debates políticos necesarios para que el voto sea plenamente consciente y no un mero voto de consigna política.

Por otra parte, merece una mención reseñable el equipo de trabajo de cada ciudad: l@s movilizador@s, l@s auxiliares, secretari@s y responsables administrativos, notari@s operador@s, inspectores y coordinadores trabajan imparablemente comenzando su día laboral a la 7 de la mañana y terminando generalmente más allá de la 12 de la noche. Un esfuerzo encomiable que podrá garantizar que se logre inscribir a la cifra de bolivianos requerida en cada ciudad con un gran esfuerzo humano. Es importante hacer notar que para llegar a las cifras requeridas todos trabajan con gran entusiasmo decidiendo, a título personal, hacerlo más allá de los horarios estipulados, a menudo sin comer y sin descansar debidamente. Será gracias a estos equipos –y a la paciencia de los bolivianos que hacen cola- cómo se logrará llegar a empadronar, casi con las justas a todos los previstos.

Lo que está pasando con los bolivianos en el extranjero es emocionante. Me escribió un amigo explicando que en una reunión en la Embajada de Bolivia había una cierta preocupación por que la participación no colmara las expectativas justificando, en cierta medida, la toma de datos que se llevó a cabo el 13 de septiembre, durante la vista oficial del Presidente E. Morales. Entiendo por sus palabras, que dicha toma de datos tenía el objeto de animar a que acudieran a los centros de empadronamiento. Posiblemente influya en ciertas personas su desconocimiento del colectivo boliviano. Esta preocupación, hasta podría ser calificada de loable si no fuera porque los ciudadanos bolivianos están demostrando que su deseo de participación es genuino.

Los bolivianos en el extranjero no necesitan que se les manden cartas, se les envíe correos electrónicos, sms, o cartas para participar. La gran mayoría son conscientes de que son parte de la historia. Es la primera vez que las comunidades bolivianas podrán votar en el extranjero manteniendo así viva su participación ciudadana.

Todos los que acuden a los centros de empadronamiento están demostrando que se les debe un profundo respeto, empezando por los que tienen instrucción primaria y terminando por los postgrados o doctorados. Se dan una escapadita del trabajo, prescinden de la hora de la comida, dejan de ganar su salario del día para hacer las colas, vienen personas que tienen las huellas tan desgastadas por el trabajo que son ilegibles, profesionales de la medicina, ingeniería, dentistas, informáticos, periodistas, ex cónsules, amas de casa urgidas por recoger a sus niños, obreros de la construcción, cocineros, pintores, carpinteros, electricistas, etc… unos llegan habiéndose pagado de su bolsillo el autobús desde Granada, Málaga, Ciudad Real… otros parece que llegan en autobuses completos gracias a “subvenciones”. TODOS esperan impacientes a que les toque el turno de registrarse y mientras hacen la cola comienzan los primeros conatos de debate político.

En esta oportunidad la comunidad boliviana se está haciendo notar porque quieren ejercer su derecho democrático al sufragio para elegir a aquel que piensan que mejor les va a entender.

Quizás en las próximas semanas sea pertinente comenzar a escribir sobre los debates políticos; en esta oportunidad los protagonistas vuelven a ser los mismos, el pueblo llano de Bolivia a pesar de que, como siempre, son los políticos los primeros que salen en las noticias.

Pero volviendo al tema de ampliar el número de votantes en el extranjero, no se trata sólo de una acción política, sino de logística: ¿se podría organizar en unos días a otros equipos de trabajo para empadronar a los ciudadanos? ¿Alguien se hará cargo de desplazar a los colectivos bolivianos que viven fuera de Madrid, Barcelona o Valencia desde otras localidades para que lleguen al padrón biométrico? En caso afirmativo, ¿Quién se va a brindar a sufragar los gastos? ¿Cuántas personas adicionales se estima que podrán ser empadronadas? ¿Compensará el esfuerzo humano y económico? Y por otra parte, si el propio Canciller D. Choquehuanca se negó a que los equipos del padrón llegaran a España por valija diplomática, lo que implicó un retraso de 15 días sobre la fecha de comienzo del empadronamiento, ¿cuánto se tardaría en sacar de la aduana los equipos adicionales que deberían llegar?

Estas preguntas son las primeras que se me ocurren para efectuar el empadronamiento biométrico; aún quedan las que corresponden a la constitución de las mesas electorales, el centro de votación –uno para cada ciudad-, la coordinación para una cifra superior a los 15.352 bolivianos… Queda mucho por escribir