Los documentos presentados alegan que Lindsay Blankmeyer tuvo que presenciar las relaciones sexuales que mantenía su compañera de cuarto, además de otros contactos eróticos online, con vídeo incluido, según consta en los documentos presentados en la demanda.
El director de la universidad católica de Stonehill explicó que la ex estudiante fue diagnosticada de depresión y de sufrir un trastorno por déficit de atención, por lo que fue hospitalizado en su primer año, mientras que los episodios que denuncia ocurrieron en el último año de la carrera.
La universidad se negó a darle una habitación privada, pero le habría ofrecido una solución a sus quejas y Lindsay Blankmeyer se negó.
La joven alegó que la propuesta fue que se mudara a un "pequeño cubículo", espacio que había sido utilizado como una sala de estudio, o trasladarse a una habitación con una chica que no conocía, según publicó el canal 'ABCNews'.
La portavoz de Stonehill, por su parte, argumentó que "en ningún momento la estudiante notificó al personal de la universidad que su preocupación estaba relacionada con la actividad sexual de su compañero de cuarto".
La ex estudiante cayó en una depresión suicida y se vio obligado a pedir una licencia para ausentarse de la universidad y recibir tratamiento psiquiátrico, alega la demanda.
La joven, al final, terminó la carrera desde casa en Nueva York en septiembre de 2011 y ahora pide una indemnización por los daños sufridos durante su estancia en la universidad católica.