LOS APUROS PRESIDENCIALES A LA HORA DE VOLAR
“El avión presidencial ha desaparecido”…
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El actual avión presidencial boliviano, el FAB 001, es pequeño y carece de autonomía de vuelo. |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Aunque en el caso de Bolivia, sería más propio decir que “el avión presidencial nunca ha existido” y ello, porque por una razón u otra, los diferentes gobiernos que ha tenido Bolivia –y a diferencia de los otros gobiernos latinoamericanos de la región-, nunca han tenido a su disposición, un avión presidencial para los desplazamientos del primer mandatario.
Actualmente el gobierno boliviano tiene una suerte de avión presidencial, el FAB 001, que, por sus reducidas prestaciones y especialmente en lo referido a su autonomía de vuelo, es más un problema que una facilidad y que ha sido motivo de bochorno para los últimos mandatarios bolivianos.
Cada vez que Bolivia estuvo a punto de obtener un avión presidencial acorde a las necesidades de un jefe de Estado, las operaciones fueron frustradas.
El último que intentó comprar un avión fue el actual mandatario Evo Morales.
Sin embargo, tuvo que desistir de su intención porque necesitaba el dinero para financiar el nuevo registro ciudadano para las elecciones de diciembre.
Un avión alquilado al… ¡propio presidente!
El ex presidente Hugo Banzer, durante su segundo mandato (1993-1997) también puso todo su empeño para dotarse de una aeronave, pero la compra derivó en un presunto acto de corrupción que llevó a la cárcel a quien fuera su ministro de Defensa, Fernando Kieffer. El ex mandatario cumplió su sueño, compró un avión Beechcraft, pero éste sufrió un accidente y quedó inutilizado.
El gobierno de entonces justificó la compra por excepción indicando que el avión estaría destinado a labores de emergencia; sin embargo, la nave tenía las características de un avión presidencial.
Incluso, antes de concretar la compra, Banzer estuvo a punto de ser beneficiario de un regalo del entonces presidente argentino Carlos Menem quien, de no haber sido por la oposición de su país, habría donado uno de los aviones de la flota presidencial a su amigo y homólogo boliviano.
El ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) tampoco estuvo conforme con el avión presidencial porque lo consideraba inseguro. Sin embargo, no intentó comprar uno nuevo, sino que optó por alquilarle al Estado su propio avión, lo que levantó una enorme polémica sobre la ética de la operación.
Era una aeronave de la Compañía Minera del Sur (Comsur), cuyo principal accionista era Sánchez de Lozada.
Los “préstamos” de vecinos de buena voluntad
El propio presidente Morales ha señalado en más de una ocasión sentir un gran bochorno de tener que movilizarse en sus viajes al exterior, gracias a los “prestamos de aviones” de sus colegas presidentes de Brasil, Argentina y especialmente de Venezuela .
El actual avión presidencial, fue comprado hace 30 años y tiene capacidad para cinco o seis personas y no está habilitado para viajar distancias largas. Para viajes largos, Morales utiliza aviones de Argentina, Brasil y, sobre todo de Venezuela, que también le provee de helicópteros y pilotos para sus vuelos dentro del país.
El helicóptero estrellado
En julio de 2008, se estrelló el helicóptero Superpuma que habitualmente era usado por Morales. Murieron los cinco miembros de la tripulación, conformada por cuatro militares venezolanos y un boliviano.
Fue el accidente más dramático. La gente llamaba por teléfono a la presidencia llorando porque creía que el mandatario había muerto.
"Le decían: 'el presidente se ha muerto en el helicóptero', y él les decía 'no, soy el presidente' y la gente insistía con que se ha muerto y lloraba en el teléfono"
En aquella ocasión, el gobierno adelantó las emisiones de las radios del estado y las comunitarias para informar que Evo Morales estaba vivo.
Justo un año antes, en julio de 2007, cayó otro helicóptero, un Alouette donado por Venezuela y operado por la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). En este hecho murieron cuatro militares, de los cuales uno era un piloto presidencial venezolano. Morales no llegó a volar en este helicóptero, pero el aparato estaba en pruebas para ponerse a disposición de los viajes gubernamentales.
El ex presidente Carlos Mesa (2003-2005) tampoco estuvo libre de los apuros provocados por el pequeño avión presidencial. En enero de 2004, la aeronave tuvo que aterrizar de emergencia en Panamá, porque uno de los vidrios de la cabina de mando sufrió una rajadura y Mesa debió regresar a La Paz en un avión panameño.