Del Caballero Verde, ardiente guerrero, cuenta la crónica de Guillermo de Tiro que “los sarracenos corrían para contemplar su magnífico atuendo”. “No pasaba un día sin que los cristianos hicieran dos o tres salidas contras los sarracenos. Los comandaba un caballero de España que estaba en la ciudad de Tiro llamado Sancho Martín. Lucía armas verdes (...) Los turcos lo llamaban el Caballero Verde. Llevaba las astas de un venado sobre su yelmo”.
La novela de Javier Lorenzo comienza así: “NI REY NI PAPA, NI NOBLE NI OBISPO, NI CLÉRIGO NI BUFÓN: nadie sino este pecador es culpable de las líneas que ensucian estos gastados y pulidos pergaminos. Y nadie, sino yo, las blandirá con tanta saña, procurando que cada una de ellas sea un latigazo sobre mis viejas y maltrechas carnes. Sobre esta alma maltrecha y perdida”
El Caballero Verde fue de los pocos hispanos que fueron a las Cruzadas, ya que la invasión islámica estaba en la península ibérica y ya tenían que luchar contra los musulmanes.
Se dijo del Caballero Verde que jugó una partida de ajedrez con el mismísimo Saladino, con valor épico para saldar cuentas. La crónicas cristianas y musulmanas no siempre coinciden.
Entre las novelas históricas anteriores de Javier Lorenzo se encuentras: El último soldurio (2005), Las guardianas del tabú (2007) y El error azul (2011).
El jurado que otorgó el premio estuvo presidido por Antonio Gómez Rufo y compuesto por Care Santos, José Ángel Mañas, Txani Rodríguez y Jerónimo Tristante.