El poder desgasta…

La realidad sin embargo, nos muestra lo contrario y si no lo creen, es cuestión de comparar las fotos del  ahora ex presidente del gobierno español  José Luis Rodríguez Zapatero. Hace casi 8 años (foto de la izquierda) cuando accedía por primera vez al poder, lucía un aspecto juvenil, con un rostro terso exento de arrugas  y con un pelo negro y fuerte y aunque el cabello es el detalle de la apariencia física del ahora ex presidente que nunca ha sido su punto más destacado, (jamás ha acertado con el estilo y corte de pelo), lo cierto es que lucía una cabellera fuerte a pesar de sus amplias entradas en una frente despejada quizás en exceso para su edad.

Y hoy mismo, ¿Qué aspecto luce Rodríguez Zapatero?... ciertamente, el de un hombre mucho mayor, de aspecto cansado con la huella de las múltiples preocupaciones y sinsabores que da el ejercicio del poder. Las bolsas que luce bajos sus ojos hablan de noches de sueño inquieto y escaso. Su pelo otrora negro, ya acusa los albores grisáceos que preludian el encanecimiento total. Sus mejillas –de siempre con cierta tendencia a los mofletes-, lucen hoy, algo más descolgadas y el rictus de sus labios y frente evidencian un cansancio feroz.

¿Cómo saldrá Rajoy del tremendo esfuerzo y trabajo que le esperan en estos próximos años? Difícil saberlo porque de entrada, el nuevo presidente ya luce prematuramente, un aspecto mucho mayor al que le correspondería por edad pero habrá que esperar algunos años para ver en directo, los estragos que produzca en su aspecto físico el ejercicio de la jefatura de gobierno porqué está claro que el poder puede mejorar otras cosas -como la economía personal y familiar por ejemplo-, pero no contribuye en absoluto a potenciar o mantener la buena y saludable apariencia.