Dí un golpe en el mesón
para llamar la atención,
luego pedí perdón
por mi extraña actuación.
Pero yo quería gritar
y no lo podía ocultar,
yo ansiaba a todos contar
lo que me acababa de pasar.
Había estado con ella
había hablado con ella,
la había besado a ella
y la estaba amando a ella.
Así todo había empezado
como de la nada se había creado,
así un beso me ha obsequiado
y así su mano yo he tomado.
Volví a golpear en el mesón
para llamar la atención,
ahora no pedí perdón
ahora grité: ¡viva el amor!