Astorga, más que mantecadas y chocolate

Su recinto amurallado conserva iglesias, conventos y hospitales, que trasladan al viajero a la más pura tradición jacobea. La Puerta del Sol da entrada al recinto fortificado, en el que destaca la catedral. Los planos iniciales se deben a Gil de Hontañón, mientras que el altar mayor se encuentra firmado por Gaspar Becerra. La talla barroca de la Inmaculada es obra del genial escultor Gregorio Fernández, aunque también se conserva una escultura de la Virgen de la Antigua románica. Antaño, a este conjunto de construcciones se sumaban hospitales de peregrinos. Hoy en día, el viajero se puede acercar a esta tradición en el Museo de las Peregrinaciones, alojado en el Palacio Episcopal. Se trata de un edificio neogótico obra del maestro modernista Antonio Gaudí.

Otro notable monumento es el Ayuntamiento de la ciudad, barroco del siglo XVII. El recorrido por esta localidad leonesa puede continuar en los Jardines de la Sinagoga, en el Parque del Aljibe, en el Museo Romano o en el Museo del Chocolate.

Este último merece una visita para conocer la tradición chocolatera de los astorganos. Su colección museística, única en España, alberga piezas de diferentes características relacionadas con el mundo del cacao y del chocolate, convirtiendo a este museo en un distintivo y referente de su género. La entrada recrea una antigua tienda y en ella se exponen los planos originales del inmueble, que en sus orígenes fue fábrica de chocolate y residencia del chocolatero astorgano Magín Rubio.

En sus diferentes salas pueden verse los más variados y originales objetos. Una de ellas se decida monográficamente al cacao, otra a la elaboración del chocolate. Se exponen diferentes objetos relacionados con la preparación y el consumo del chocolate popular, en caliente, conocido como familiar o a la taza, así como piezas relativas a su estilo originario como es el mexicano.

Otro espacio se destina a conocer a las familias de chocolateros más reseñables de Astorga, que fueron distribuidores de la Casa Real de Madrid y reconocidos en exposiciones nacionales e internacionales, como muestran los diplomas que en esta sala se exponen.

¿Pero de donde viene la vinculación de Astorga al chocolate? Fu en 1519 cuando Hernán Cortes y sus hombres prueban el producto en Méjico. La relación de Hernán Cortes con el Marqués de Astorga viene de haber concertado el matrimonio del hijo primogénito del Marqués con María, hija de Cortés; enlace que por causas desconocidas no llegó a celebrarse.

Una vez que por esta vía llegó el chocolate a la capital de la Maragatería tuvo una rápida implantación por el elevado consumo que hacían de él los miembros del clero. Luego, la red de transporte de los arrieros maragatos contribuyó a su distribución por Europa y, también, ayudo al clima seco y frío que favorecían el enfriamiento rápido del dulce. En el año 1.914 había censadas en la ciudad 49 fábricas. Esta saturación obligó a emigrar a muchos maestros a otras ciudades de España y América.

El Museo Romano, que, también, recorrimos durante nuestra última estancia en Astorga, muestra al visitante cómo se desarrollaba la vida cotidiana, tanto pública como privada, de los habitantes de la antigua Astúrica Augusta. Instalado sobre el rehabilitado edificio de la Ergástula, fechado en el siglo I, abre las puertas al conocimiento de la cultura romana en España, desde sus orígenes hasta la época tardorromana.