Viseu: Tierra de Historia y vinos

Viseu, la capital de la región de las Beiras Altas, región que tantos tesoros guarda para el viajero avisado que huye de las grandes masas y centros explotados turísticamente, tiene una larga Historia, que remonta a la época del Imperio romano. Se conservan restos de la villa romana de Besao, al otro lado del río Pavía, cuyas aguas bañan Viseu. Una villa, en su época, floreciente, al encontrarse en un importante cruce de caminos entre Emérita Augusta (Mérida) y Bracara, la actual Braga.

Precisamente en esta zona, sitúa la tradición el origen del gran caudillo lusitano Viriato, que resistió heroicamente durante largo tiempo al invasor romano, y en cuyas cuevas (hoy desaparecidas), se refugió antes de ser muerto por la traición de algunos de los suyos.

Tras sucesivas conquistas y reconquistas por moros y cristianos, la ciudad fue definitivamente ganada para la Cristiandad, por el rey de Castilla y León Fernando I, en 1.057. En 1.472, el rey Alfonso V concluyó las murallas que rodean la ciudad, y de la que todavía se conservan vestigios.

Pero no acaba ahí el papel histórico de Viseu, lugar de nacimiento del rey Dom Duarte – su casa natal es parada obligatoria - , hermano del famoso príncipe Enrique el Navegante, que tantas glorias proporcionó al país luso, durante la época de los Descubrimientos. En reconocimiento a su figura, el rey cuenta con su Praça Dom Duarte, con su correspondiente estatua. Una hermosa plaza, con señoriales mansiones y adornada con balcones de hierro forjado.

Un poco más arriba, presidiendo la villa y con unas magníficas vistas, se encuentra la Catedral (siglo XIII), de exterior renacentista y un espléndido interior del XVI, con detalles manuelinos. Desde la galería superior del anexo claustro jónico, se accede a hermosas panorámicas de la población.

En la misma monumental plaza que acoge la Sé, se alza la Igreja da Misericórdia, de 1.775, con un vivo contraste entre su exterior rococó y su más austero interior, en estilo neoclásico.

Y junto a la Catedral, se alza el Paço dos Trés Escaloes – Palacio de los Tres Escalones -, originalmente Palacio Episcopal, construido en el mismo estilo que la Sé. Desde 1.916, alberga el museo dedicado al pintor, natural de Viseu, Vasco Fernandes, el Grao Vasco (“el Gran Vasco”), el artista más representativo del Renacimiento portugués. Junto a su obra, se expone también la del otro gran artista, coetáneo suyo y gran rival Gaspar Vaz.

Desde este enclave, hay que bajar por las calles empedradas, haciendo escalas en los diferentes accesos de las murallas – Porta dos Cavaleiros, Porta do Soar de Cima…-; la “judiaria” o antigua judería; las casas solariegas (Solar dos Condes de Prima, Solar dos Viscondes de Treixedo, la Casa do Miradouro…), la mayoría adornadas con hermosas ventanas manuelinas, hasta concluir en la calle más atractiva de Viesu, la Rua Direita.

De ahí, se desemboca en la céntrica Praça da República. Precisamente en los alrededores del Rossio se yergue la Igreja dos Terceiros, cuyo exuberante interior barroco acoge unos interesantes azulejos, que recrean la vida de San Francisco.

La visita no puede concluir sin probar los vinos de la Región del Dao, tintos aterciopelados y criados con las buenas condiciones de la comarca, y las aguas del Mondego y su afluente el Dao. Conocidos como los “borgoñonas de Portugal”, se pueden degustar en la Comissao Vitivinicola Regional do Dao, ubicada en el antiguo palacio episcopal (siglo XVI), en las proximidades de la localidad, así como en distintas bodegas, que ofrecen visitas y catas guiadas.