El andamiaje político que emergió a principios de los 90 está obsoleto y ahora tenemos la obligación de ponernos de acuerdo en un nuevo sistema", asumió el líder socialista. Paralelamente, los 1.000 policías que el Gobierno de derechas desplegó ayer para reprimir las manifestaciones estudiantiles en la capital reflejaron la gravedad de la situación.
También que el apoyo al gobierno cayera a 26% y a la oposición a un 20%, como reveló en la jornada un sondeo del influyente y patronal Centro de Estudios Públicos. "Ojalá todos pudiesen escuchar esto de igual manera, son todos los que han bajado, el gobierno, las coaliciones", dijo el portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, primo de Piñera. Las protestas, que derivaron en enfrentamientos, terminaron de sellar así el rechazo de los estudiantes a la propuesta del Gobierno para acabar con la huelga del sector que dura ya dos meses.
"Nos vamos a seguir movilizando", resumió la líder universitaria Camila Vallejo, la estudiante de geografía de 22 años que encabeza las marchas, en demanda por una educación gratuita de calidad. El ejecutivo, fracturado en sus filas y sin consensos con la mayoría opositora de centro-izquierda en el Senado, no logra concitar apoyo después de tres cambios de gabinete en año y medio. De hecho, el senador socialista Fulvio Rossi anunció un bloqueo legislativo al Ejecutivo, en reclamo porque este prohibió las manifestaciones apelando a un decreto heredado de la dictadura militar de Augusto Pinochet. "Hemos visto represión hacia menores y se están vulnerando garantías constitucionales básicas", explicó Rossi, mientras que niños de diez años gritaban: "¡Piñera aprende a gobernar!", en una manifestación por el barrio cívico de Santiago.