El autor de la estatua, el escultor modernista Oliviero Rainaldi, pretendía mostrar al pontífice desplegando su capa como si fuera a abrazar a los fieles. Pero según la máxima institución católica, crea la impresión “de un manto que casi parece una garita de centinela coronada por una cabeza de Papa demasiado redondeada”.
Ya se plantea la posibilidad de retirar la estatua, erigida el 18 de mayo en conmemoración del 91 aniversario del nacimiento de Juan Pablo II, a lo que el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, respondió que tendría en cuenta la opinión pública. La estatua fue pagada por la Fundación Silvana Paolini Angelucci y no le costó nada a la ciudad.