"Las elecciones del año pasado fueron libres y justas, y el presidente Alassane Ouattara es el líder democráticamente elegido de la nación", dijo Obama en un mensaje en vídeo dirigido a Costa de Merfil difundido en la noche del viernes.
Obama pidió su renuncia para acabar con la violencia que está sufriendo el país por los enfrentamientos postelectorales entre partidarios de Gbagbo y el opositor Ouattara, que han dejado cientos de muertos.
La Comisión Electoral Independiente (CEI) dio por vencedor de los comicios del pasado 28 de noviembre a Ouattara, que fue reconocido por la ONU y por la comunidad internacional.
Obama advirtió que, si Gbagbo no dimite habrá "más violencia, más civiles inocentes heridos y muertos, y más aislamiento diplomático y económico".
El presidente pidió a Gbagbo que tome el ejemplo de otros líderes que han tomado el camino de rechazar la violencia, que según la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha causado entre 700.000 y un millón de desplazados y 500 muertos.
Obama se dirigió directamente a la población marfileña: "Tenéis un pasado del que estar orgullosos tras ganar la independencia superando una guerra civil, ahora tenéis la oportunidad de realizar vuestro futuro".
Un futuro, dijo, "lleno de esperanza y no de miedo", al tiempo que subrayó que los marfileños merecen líderes que puedan restaurar su lugar en la comunidad internacional.
Francia y Nigeria presentaron el viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución sobre Costa de Marfil presentado que pide la aplicación de sanciones contra Gbagbo, su esposa Simone, y varios miembros de su gabinete "obstrucción a la paz y al proceso de reconciliación".
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