Antonio Vega, El Chico de Ayer

Antonio Vega cuajó una de las carreras más desesperadamente inestables de las décadas de los 80 y 90: desaparecía por un tiempo, sin que se supiera dónde y cómo estaba, para regresar al cabo de los años con nuevos temas de sello personalísimo.

Nacho García Vega, su primo y compañero inseparable en Nacha Pop, uno de los grandes grupos del pop español que además le catapultó a la fama, ha expresado la tristeza por su familiar y, sobre todo, compañero de giras, éxitos, separaciones, peleas e historias más allá de los escenarios.

Según ha detallado, su primo ha fallecido de cáncer de pulmón, y no de pulmonía, como parecía aparentemente.
"Cerrar los puños y sonreír"

García Vega ha comentado que la última vez que habló con el autor de Una décima de segundo fue en la noche de ayer. "Se encontraba bastante sedado", ha confesado. Antonio Vega, cuya adicción a las drogas era conocido, llevaba unas tres semanas ingresado en estado crítico en el hospital Puerta de Hierro de Madrid.

"Ha tenido muchas ganas de estar ahí para subirse a un escenario", añadió.

Ha sido una noticia que, no por esperada, ha causado profundo estupor en el mundo de la música. Ante ello, Nacho García Vega ha propuesto un lenitivo: recordarle "cerrando los ojos, sonriendo al mundo y a la huella que ha dejado". Y a la gente que le ha seguido o que ha tarareado sus temas en alguna ocasión, ha animado a "cerrar los puños y sonreír".
Los problemas con las drogas

Antonio Vega nació en Madrid el 16 de diciembre de 1957 en el seno de una familia de clase media. Tras abandonar la Universidad por la música, en 1978 formó junto a su primo Nacho García Vega, Carlos Brooking y el batería Ñete el grupo Nacha Pop, que se convirtió en uno de los más representativos del panorama musical de la década de los jeans altos y las hombreras.

Arrancaron en 1980 con un disco titulado igual que su nombre y, para su suerte, fueron seleccionados para ser teloneros de Los Ramones en su concierto en la madrileña plaza de toros de Vista Alegre.

Fue precisamente ahí donde comenzó una carrera que se prolongó nueve años, plagada de algunos éxitos y de un enorme prestigio. Durante ese tiempo, el conjunto grabó otros siete señalados elepés: Buena disposición (1982); Más números, otras letras (1983); Una décima de segundo (1984); Dibujos animados (1985), El momento (1987) y el recopilatorio 1980-1988 (1988).
"Tres mil noches con Marga"

Pese a su buena fama entre el público, el cansancio y los problemas con la droga de Antonio condujeron a Nacha Pop a su práctica disolución. Poco después, Vega dio comienzo a su carrera en solitario. Con su estilo intimista, con canciones que él llama "poemas adaptados a la música", deambuló con desigual fortuna por la escena musical española.

En 2005 publicó Tres mil noches con Marga, en memoria de su compañera sentimental fallecida y "un ejercicio de libertad sin concesiones", según manifestó entonces. Como novedad, el propio compositor fue el productor del disco.