"Es doloroso y difícil de aceptar", pues es "una exposición absolutamente magnífica" que el público no tendrá ya nunca la ocasión de ver, lamentó.
La muestra formaba parte del Año de México en Francia, del que las autoridades mexicanas anunciaron que se retirarían si se cumple el anuncio del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien dijo que los eventos se dedicarían a la ciudadana francesa Florence Cassez, condenada por la justicia mexicana a 60 años de cárcel por secuestro, delincuencia organizada y tenencia ilícita de armas.
"El equipo mexicano llega el domingo para recuperar las piezas", explicó Lafont-Couturier, quien dedicó un año de trabajo a preparar esta exposición, según comentó en conversación telefónica desde el museo, situado a 30 kilómetros de Lyon, en el centroeste de Francia.
Era allí donde hoy debía tener lugar la primera gran exposición sobre las más antiguas culturas mexicanas, en el marco del Año de México en Francia.
"El público la esperaba con verdaderas ansias" y se esperaba conseguir un índice muy elevado de visitas, comentó la directora.
Ahora sólo queda "reconfortar a los equipos, llorosos y agotados, pero así es la vida", añadió.
"También es muy duro para nuestros socios mexicanos, con quienes trabajamos muy bien", resaltó.
Son "gente formidable" y la colaboración científica fue excelente, "lo que intelectualmente ya es mucho", añadió.
"Teníamos que abrir esta mañana pero no teníamos la autorización", recordó la directora del Museo, cuyo contestador telefónico aún mantenía la grabación del anuncio de la gran exposición veracruciana.
El museo invirtió 250.000 euros (340.000 dólares al cambio de hoy) en la exposición, mientras que México, responsable del transporte de las obras, seguros incluidos, como suele hacerse en este tipo de eventos, desembolsó un millón de euros (1,36 millones de dólares), explicó Lafont-Couturier.
Agregó que, como siempre que se monta una exposición de envergadura, "ahora estamos todos un poco agotados".
Pero en lugar de ver el sueño de la exposición hecho realidad, "tenemos que encontrar energía para hacer el camino inverso, retirar los objetos de su sitio, volver a meterlos en las cajas", dijo, al afirmar que queda por ver cómo va responder el público.
Entre otros problemas que deberá resolver con urgencia el Museo de Saint-Romain-en-Gal, situado junto al importante yacimiento arqueológico del mismo nombre, figura encontrar una nueva programación para los próximos meses.
La que estuvo a punto de disfrutarse en Lyon estaba integrada por unos 200 objetos y obras maestras de las culturas mesoamericanas Olmeca, Totonaca y Huaxteca, creados entre el II milenio antes de nuestra era y la llegada de los españoles a América y que en su mayor parte nunca habían sido vistos en Europa.
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