El presidente "ha aceptado la renuncia de los ministros de Trabajo, Camila Merino; Transportes, Felipe Morandé; y Energía, Ricardo Raineri", señaló la portavoz presidencial Ena von Baer.
Las renuncias se suman a la del ministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien el jueves anunció su salida por "razones personales", tras la polémica generada por su negativa a transparentar la compra de un puente mecánico.
El ministro de Energía, quien en los últimos días fue fuertemente cuestionado por el anuncio de un alza del 17% en el valor del gas que derivó en un paro regional en la zona de Punta Arenas (3.000 km al sur de Santiago), será sustituido por el actual ministro de Minería, Laurence Golborne.
Golborne asumirá como ministro de las carteras de Minería y Energía aprovechando el alto índice de popularidad que mantiene tras su papel en el rescate de los 33 mineros, y con el objetivo de llegar a un acuerdo que termine con el conflicto en Punta Arenas, que completó tres días y deja dos muertos.
Von Baer anunció también que en la cartera de Defensa asumirá el senador Andrés Allamand, mientras que la senadora Evelyn Matthei ocupará el Ministerio de Trabajo y Previsión Social. En Transportes, el nuevo titular será "anunciado próximamente", dijo la portavoz.
Según el presidente de la oficialista Renovación Nacional, Carlos Larraín, con estos cambios se aumenta el perfil político del gabinete, en detrimento de las figuras más técnicas.
"Se nos agranda el lóbulo cerebral de la política dentro del gobierno; el gobierno aumenta su potencia, se levanta el fuelle político, cosa que siempre es necesaria", dijo Larraín, quien reconoció errores en la gestión del conflicto en la región de Magallanes por el alza del gas.
Paralelamente en la ciudad de Punta Arenas, la mesa de negociación entre gobierno y representantes civiles fracasó en su intento de diálogo, debido a las "posiciones extremas" de ambas partes, según indicó el obispo facilitador del diálogo, Bernardo Bastres.
Los habitantes celebraron en las calles la salida de Rainieri, mientras que Golborne aseguró que espera llegar a un acuerdo mediante el diálogo. "Tenemos que analizar con detalle, cautela y visión de largo plazo", agregó.
La primera crisis de gabinete en el gobierno de Piñera inició con la dimisión del ministro de Defensa, único miembro no oficialista del gabinete de Piñera, en medio de la polémica sobre un puente adquirido tras el terremoto del 27 de febrero de 2010 con fondos de la Ley Reservada del Cobre, que financia las compras militares.
A pesar de que las adquisiciones de esa ley están protegidas por secreto, Ravinet fue llamado a dar explicaciones por la oficina estatal de Transparencia, a lo que el ministro se negó.
Ravinet argumentó que si las Fuerzas Armadas son obligadas a revelar cuentas que son secretas podrían mostrarse "renuentes" a ayudar en una nueva catástrofe. Esto le valió un vendaval de críticas y a ser conminado a dar explicaciones ante una comisión de la Cámara.
"Ravinet era el político con más experiencia y trayectoria en el gabinete. Su salida muestra la tensión entre el estilo personalista de Piñera, que concentra poder en sus propias manos, y la expectativa de empoderamiento que tenía Ravinet", explicó a la AFP el analista de la Universidad Diego Portales, Patricio Navia.
"Con un presidente que es también ministro en todas las carteras, Ravinet no tenía nada que hacer en Defensa. Piñera necesita ministros que sean gerentes sectoriales, no autoridades políticas que puedan ejercer liderazgo en sus sectores", agregó.
Su salida se da en momentos en que la popularidad de Piñera ha caído más de 10 puntos, para situarse en niveles de entre el 44% y 47% según encuestas.
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