Les acompañan una sección de sus trabajos como ilustradora gráfica. El total de obra exhibida es de 68 .Es el resultado de poder contemplar algunas de estas pinturas procedentes de museos y ya conocidas como otras que han sido rescatadas de ambientes familiares y colecciones particulares y no conocidas que ha requerido una labor de localización y recuperación. La reunión de pinturas, dibujos e ilustraciones permiten constatar y poner en valor el trabajo de una gran artista española en la primera mitad del siglo XX
Rosario de Velasco (Madrid 1904-Barcelona 1991), una de las más grandes artistas de la primera mitad del siglo XX. Una de las más desconocidas de la generación del 27 que consiguió sobresalir en una de las carreras más brillantes frente a los prejuicios que persistían sobre la mujer artista. Y así lo expresa “Donde llegó otro puedo llegar yo”
Pintora figurativa que simboliza como ejemplo del denominado “retorno al orden” en España en el movimiento paralelo a la Nueva Objetividad alemana y el Novecento italiano. Imprimió su propio estilo combinando tradición y modernidad en un mundo mayoritariamente masculino en el que estaban y se relacionó con otras mujeres creativas: Maruja Mallo, Rosa Chacel, Maria Teresa León, Mercedes Noboa, Matilde Marquina, Concha Espina, Lili Alvarez.
Nacida en el seno de una familia tradicional, su padre Antonio de Velasco, coronel de Caballeria, maestro de dibujo en la Escuela de Guerra y aficionado a la acuarela siempre quiso que fuera pintora “Vivíamos en una casa grandísima con siete balcones que daban al Paseo de Rosales” explica la artista en sus memorias.
Dibuja incansablemente desde los seis años. Comienza su formación y es destacada alumna en el arte a los 15 años en la academia del pintor costumbrista Fernando Álvarez de Sotomayor-miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y director del Museo del Prado. Terminados sus estudios con un retrato de su padre que presentó en la Exposición Nacional de Pintura y Escultura en Valencia en 1939.
Participa en la exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1924 e inicia un periodo de considerable éxito al participar en numerosas muestras colectivas y concursos. Uno de sus lienzos más reconocidos “Adán y Eva” –presente en la exposición-(procedente del Museo Nacional de Arte Reina Sofía) representa una plácida escena que recuerda a los renacentistas y en la que posaron un asistente de su padre y una amiga. Participó en la Nacional de Bellas Artes de 1932 y obtuvo segunda medalla (no fue primera medalla para lo que había sido propuesta porque no había antecedente en el premio en ninguna mujer). Fue expuesto en el Palacio de Exposiciones del Parque del Retiro y en diversas muestras organizadas por la Sociedad de Artistas Ibéricos en Copenhague y Berlín. En 1942 llevó la obra a la Bienal de Venecia
En esa década fueron la mayoría de sus obras más importantes: “Maragatos” 1934 Segundo Premio en el Concurso Nacional de Pintura (procedente del Museo del Traje de Madrid) fue base del Concurso Nacional de Traje Popular con el que consiguió el segundo premio y 6.000 pesetas en metálico, “La matanza de los inocentes”-1936 (procedente del Museo de Bellas Artes de Valencia) se presentó para participar a la exposición nacional de Bellas Artes que no se pudo realizar por empezar la Guerra Civil. El cuadro estuvo perdió varios años, “Gitanos” 1935-de clara inspiración española seleccionada para el Carnegie Internacional de pintores (uno de los más prestigiosos de exhibición del arte moderno) en el Museum of Art de Pittsburh. “Pensativa” 1935 presentada a la Exposición de Bellas Artes organizada por la Asociación de Pintores y Escultores. “Lavanderas”1934 presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes con influencias del quatrocento de la que que se manifestó Juan Encina director del Museo de Arte Moderno de Madrid como “una pintura de empaque clásico en ningún caso reñida con la expresión de lo contemporáneo” “Lavanderas” 1934, que fue regalo de boda a su hermano Luís, y ha permanecido siempre en la familia, “Lilí Álvarez” 1938,colección particular, retrata a la primera deportista española en participar en juegos olímpicos Paris 1924 y ganadora del campeonato de Cataluña de automovilismo, campeona de España de esquí alpino 1940 y destacada defensora de los derechos de la mujer
En el periodo de Guerra civil que la obligó a abandonar Madrid se traslada a Barcelona con su familia lo que la enfrenta a una Cataluña de mar y luz del mediterráneo con cuya vibración cromática se trasforma su obra y es donde conoció al que sería su marido el doctor Javier Farrerons. Gran influencia que se muestra en varias de las obras expuestas “Beatriz y María del Mar en Vilanova”1944, “Antoñita cosiendo con la gata Canilla”1954,”Maria del Mar en Vilanova”1943
Participa en 1939 en la Exposición Nacional de Pintura y Escultura en Valencia. En 1940 presenta su primera exposición individual en Barcelona y más tarde en Madrid. En 1944 es seleccionada para el II Salón de los Once que organizaba la Academia Breve de Crítica de Arte impulsada por Eugenio d´Ors con la que se daba a conocer el arte de posguerra.
En el catalogo de la exposición Estrella de Diego escribe “Rosario de Velasco tiene algo de Mantegna en su juego perspectivo y difícil de describir, tal como ocurre con las obras de Norah Borges, Maruja Mallo o Ángels Santos. Se trata del espacio a vista de pájaro” En 1962 se le pregunta Rosario “Ha perjudicado a la pintura la abstracción?” y contesta “En absoluto ha ayudado mucho a reflexionar sobre la materia” y así se refleja en sus obras como “Cosas” o “El cuarto de los niños”
La búsqueda de obra ha sido intensa a través de redes sociales y medios de comunicación que ha permitido localizar en colecciones individuales cuadros emblemáticos de los que se había perdido el rastro como “Cosas”1933,”Maternidad”1933 que expuso en la Bienal de Venecia en 1936, “Gitanos” 1934 y “Pensativa” 1935. Además de ilustraciones de libros y dibujos “Carnaval”1936 que participó en la exposición L´Art espagnol contemporain en el museo Jeu de Paume de Paris organizado por la Asociación de artistas ibéricos y fue adquirido por el estado francés(procedente del Centre Pompidou Paris). Otros desconocidos “Bodegón con peces” 1930,”Niñas con muñeca”1937
Los “Cuentos para soñar” de María Teresa León son ilustrados por Rosario en “policromías, atrevidas y perfectas armonías de colores, los dibujos a pluma de rasgos valientes en figuras, cuyo complicado trazo parece buscado de propósito y sencillas viñetas que denotan una artista que maneja los útiles comunes en rara perfección, sino que ha entrado en la entraña de su misión y se ha adaptado de un modo maravilloso a la obra” así figura en la crónica del diario de Burgos en 1928. Esta obra fue el resultado de la unión entre dos grandes amigas.
De Velasco junto a más de un centenar de ilustradoras trabajaron en esos años para ABC, Blanco y Negro, La Esfera, ya que la ilustración era un medio de vida y salida profesional ante la dificultad de acceder a otros circuitos artísticos. Por esto el “I Salón de Dibujantes” celebrado en 1931 en el Lyceum Club Femenino supuso un logro para conseguir un lugar en el mundo del arte
Tener presenta sus valoraciones “Mis fuentes de inspiración son la luz y el volumen. Me interesa y me preocupa la materia y la técnica”. “Soy moderna sin exageración y sin “ismos”.Me atrae el Quattrocento italiano”. Queda perfectamente constatado en el recorrido de la exposición su entrega apasionada con una profesionalidad adquirida y desarrollada en la que se nos muestran unos años de trabajo que gracias a la labor de los seguidores y mantenedores de su obra podemos hoy contemplar.