Una evolución necesaria
Los mecanismos tradicionales existen desde hace siglos y todavía se utilizan de forma habitual en la actualidad. Funcionan usando una llave para girar un cilindro que luego mueve el cerrojo hacia adentro o hacia afuera del marco de la puerta. Una de las ventajas de este sistema es su fiabilidad. “Estas cerraduras son resistentes y pueden soportar mucha fuerza, lo que las convierte en una opción popular para muchos propietarios. Sin embargo, también pueden ser fácilmente puestos en jaque por ladrones experimentados” explican desde Cerrajería Corrochano.
Con el auge de los hogares inteligentes y el Internet de las cosas (IoT), la tecnología de cerraduras también ha evolucionado. Los nuevos mecanismos tecnológicos, con las cerraduras inteligentes y los cerrojos electrónicos a la cabeza, se han vuelto cada vez más populares.
Las cerraduras inteligentes utilizan Bluetooth o Wi-Fi para comunicarse con una aplicación desde cualquier dispositivo móvil, lo que permite al propietario controlar la cerradura de forma remota en cualquier momento.
Los cerrojos electrónicos, por otro lado, utilizan un teclado o un escáner de huellas dactilares para otorgar acceso. Una de las ventajas de estos nuevos sistemas es su comodidad. Eliminan la necesidad de llaves y permiten un fácil control de acceso. Sin embargo, también son vulnerables a la piratería y pueden funcionar mal si se corta la electricidad.
El impacto tecnológico en el sector de la cerrajería
La tecnología no sólo ha impactado a las cerraduras en sí, sino también a la industria de la cerrajería en su conjunto.
Con el auge de los sistemas de entrada sin llave, los cerrajeros han tenido que adaptarse y aprender nuevas habilidades para mantenerse al día con el mercado cambiante.
Algunos cerrajeros utilizan ahora tecnología de impresión 3D para crear llaves de repuesto. Sin embargo, la tecnología también puede hacer que la industria sea más competitiva, con más opciones de bricolaje disponibles para los propietarios.
(CN-05)