Fue todo un éxito de público que a las 11:00 de la mañana confirmaba una cola de casi doscientos metros para degustar esta ya tradicional acción solidaria.
La Asociación de Cocineros de Cantabria, que preside Floren Bueyes, fue la encargada de la elaboración y reparto, cuyos miembros estuvieron ayudados por concejales del Ayuntamiento.
La Asociación de Hostelería de Cantabria prestó sus instalaciones para la elaboración del chocolate y la logística necesaria.
Las raciones de rosco sobrantes, el chocolate llegó justo, se llevaron a la Cocina Económica.
La iniciativa se pudo llevar a cabo gracias a la colaboración de leche de Granja Cudaña, rosco de La Crujiente, y chocolate del Horno San José y El Dromedario.