“Porque cuando uno llega al hito del “Kilómetro 70”, comienza a dimensionar el camino recorrido. Aquel día de playa llegué a ese punto preciso. Mirando el océano, mis pensamientos se sumergieron, pero no en el mar… sino en el pasado. Un desfile de emociones, anécdotas, amigos, familiares y dispares recuerdos fueron dando fuerza a una irrefrenable intención: Compartir lo vivido, para celebrar la llegada al KM 70”.
En buena hora que Marcelo Fernández nos entretenga una vez más con su muy particular modo de ver la vida y de vivir la vida.
Mucho éxito en esta nueva expedición literaria.