“Es clave un enfoque personalizado y la capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante. Eso es lo que a veces diferencia una trayectoria de mejora de otra más lenta o apenas visible” explica.
Mónica Naranjo, Marta Sánchez, Chenoa, Agoney, Asier Etxeandía, Mónica Cruz, Jaime Lorente, Edurne son sólo algunos de los cantantes profesionales con los que ha trabajado.
Como asesora, también ha formado de forma particular a aspirantes y concursantes de talent shows como Operación Triunfo, La Voz o Tu cara me suena.
“Es clave saber identificar y abordar los desafíos vocales de cada estudiante para alcanzar la excelencia en su carrera” comenta.
Además de esta faceta como entrenadora de voz, es también una cantante consumada que conoce bien los escenarios internacionales, permitiendo así una comprensión profunda a la que se van a enfrentar sus pupilos a lo largo de su carrera.
¿Cuáles son los principales consejos que ofrece al comenzar?
“En primer lugar es necesario trabajar en la prevención. Muchos acaban dañándose las cuerdas vocales al no prestar atención a la forma de proyectar la voz” explica.
De ahí que, para Albert, sea imprescindible trabajar en primer lugar con ejercicios de gimnasia respiratoria, incidir en la importancia de la hidratación de las cuerdas y el tiempo de descanso vocal que necesitan.
Una de sus prioridades es adaptar el tono al registro de cada persona. Forzar de más o incluso intentar llegar a notas a las que no es posible por el tono de voz puede acabar lesionando las cuerdas vocales. Gracias a ejercicios de elasticidad lo que se puede es potenciar el registro propio, logrando tonalidades y detalles que enriquecen a cada cantante y personalizan su estilo final, diferenciándolos del resto.
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