En las siguientes líneas facilitamos una batería de cinco consejos para ayudar a un adicto, dirigidos tanto a los familiares como a los amigos (que no compañeros de adicción) de la persona afectada.
1. Infórmese sobre el tipo de adicción
Infórmese sobre la adicción concreta y comprenda los escollos con los que se encontrará el afectado durante la desintoxicación y/o la rehabilitación. El conocimiento es poder y le ayudará a comprender la situación de su ser querido.
En este sentido, en los centros de adicciones disponen de asesoramiento y recursos especialmente dirigidos a los allegados de las personas que están tratándose de su adicción.
2. Entienda que el adicto no es más que una persona enferma
Es fácil caer en la tentación de pensar, durante la rehabilitación, que el afectado carece de fuerza de voluntad, que no pone interés en mejorar o que, simplemente, no quiere estar a tratamiento.
Tenga en cuenta que el adicto es una persona enferma. Y su enfermedad, como ocurre con cualquier otra, le impone limitaciones (físicas o psicológicas) que le impiden comportarse con total normalidad.
Por tanto, hasta que no haya finalizado el proceso de rehabilitación, sea paciente y comprensivo. Los buenos resultados pronto serán perceptibles.
3. No culpe ni reprenda al adicto cuando su comportamiento no es el esperado durante el proceso de rehabilitación
Respecto al punto anterior, debe evitar a toda costa reprender o culpar directamente al enfermo si observa pautas inadecuadas de comportamiento o de actividad. Si lo hace, lo único que conseguirá será añadir más presión y obstaculizar el proceso de recuperación.
En estos casos, informe rápidamente a los responsables del centro de adicciones y siga sus indicaciones al pie de la letra.
4. No ceda durante el proceso de rehabilitación
Tampoco es infrecuente que algún familiar o allegado compasivo, si observa signos de flaqueza o desesperación en la persona que está en rehabilitación, ceda a sus pretensiones para, con las mejores intenciones, hacer que el proceso le sea más llevadero.
La cesión puede hacerse efectiva de diversas maneras. A modo de ejemplo, puede permitirle saltarse las pautas de tratamiento establecidas, concederle una libertad de movimientos excesiva e incluso darle dinero sin conocer exactamente en qué va a gastarlo.
Esto es un error que no debe cometerse jamás: respete escrupulosamente todas las indicaciones especificadas en el plan de rehabilitación.
5. Preocúpese también de usted mismo y del resto de su familia
Otro error frecuente es priorizar totalmente la atención en el adicto y olvidarse de sí mismo y del resto de la familia.
Recuerde que tanto usted como el resto de sus allegados estarán sometidos a una tensión adicional mientras se completa con éxito el proceso de rehabilitación del adicto.
Por tanto, más que nunca, es necesario mantener unas pautas afectivas y de comunicación adecuadas entre todos los miembros de la familia. Si no sabe cómo hacerlo, pida ayuda a los expertos del centro de tratamiento de adicciones.
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