El libro, que ha sido traducido por María Teresa Gallego y publicado por la editorial Acantilado, lleva una bella ilustración de cubierta de Luisa Arguilé y se abre con esta cita: “Escribir es verse conducido a ese sitio que se querría evitar”, de Patrick Axtréaux.
“El martes 22 de junio de 1999, Claude, la pareja de Brigitte Giraud, sufrió un accidente de circulación, de resultas del cual falleció en el hospital esa misma noche. Más de veinte años después, la autora, impelida a vender la casa que compró con Claude poco antes del accidente, decide «hacer por última vez un balance» que le permita «cerrar la investigación» para lo cual reconstruye todos los hechos, circunstancias y decisiones que llevaron a su pareja a que chocara con la moto que conducía contra un coche.
Con el pulso de una buena escritura, la autora va narrando la situación, los hechos, lo que sucedió y pudo no haber sido… Por un lado, el recuerdo y por otro la anemoia, la nostalgia por algo que no se ha vivido ni conocido, pero que se siente como una experiencia propia.
La autora escribe:
Cuando no se presenta ninguna catástrofe, avanzamos sin mirar atrás, clavamos la vista en la línea del horizonte, de frente. Cuando surge un drama, damos marcha atrás, volvemos para rondar por allí, llevamos a cabo una rconstrucción. Queremos entender el origen de todos y cada uno de los gestos, de todas y casa una de la decisiones. Rebobinamos a veces”