Cada compositor va dejando huellas de su propia vida en cada una de sus obras, o así lo quiere pensar el espectador. Turandot es una historia de mujeres, de esas mujeres que viven reprimidas por las tradiciones de sus pueblos, por un pasado de siglos, donde se les imponen unas normas a las que no pueden sustraerse. A Turandot la habían desposeído, incluso, hasta de los sentimientos más legítimos. Ella misma se había prohibido amar, aunque su corazón ardiera.
Por todo ello, hay algo no visible en la ópera de Puccini, pero que está ahí al albur del espectador. Turandot estaba llena de venganza, una venganza sorda, turbia, que la enfrenta con el mundo, pero, al final, dejará que afloren sus sentimientos.
La evolución de todas estas sociedades como la que vivió la princesa Turandot, hace que las mujeres se conviertan en pacíficas y tolerantes, asumiendo su destino con fatalismo y dignidad, pero a sabiendas de que la paciencia conseguirá sus objetivos, que es esa libertad a la que aspiran, por la que luchan con tesón y paciencia. La falta de libertad las ha hecho saber que la paciencia es su gran arma para conseguir lo que buscan.
Cuando Puccini escribía esta ópera no era feliz en su matrimonio. Sus relaciones personales no pasaban por su mejor momento. Su esposa nunca lo comprendió ni se esforzó en indagar en la sensibilidad de su esposo. Se sentía muy desgraciado y tuvo fuertes deseos de acabar con todo, de romper aquellos lazos que lo tenían aprisionado, pero fue cobarde y no lo hizo. Pudo más su lealtad a una sociedad conservadora y a una familia y a una esposa que no lo amaba. Murió triste sin haber conseguido lo que tanto buscó, Sólo la música llevó a su vida algo de alegría. Su mujer se dio cuenta muy tarde, cuando ya no había remedio. Lloró mucho, pero sus lágrimas fueron inútiles.
Lo más complicado de la ópera sucede cuando Turandot explica la razón de su comportamiento: En la Antigüedad, su antepasada Lo-u-ling fue violada y asesinada por un extranjero, un príncipe tártaro. Como venganza, Turandot, resuelve quitarle la vida a cualquier hombre que desee hacerla suya.
Por fin, ya en el tercer acto, el amor vence mientras el tenor interpreta Nessun dorma para demostrarnos que el amor, en cualquier circunstancia, supera al odio.
Turandot, nombre persa, significa “La hija de Turandot” y se remonta al poema titulado “Las siete bellezas o las siete princesas”, obra de Nezami Ganyaví, uno de los grandes poetas épicos de la literatura persa. El poema relata la historia de un príncipe de la época Sasánida, que tenía 7 princesas, cada una de un lugar. Egipto, China, Rusia, Grecia, Turquía, India, Asia Central.
El Teatro Real ha ofrecido a los espectadores una bellísima ópera para coronar con gran brillantez la temporada operística de 2023.
Turandot, se representa entre los días 3 y 22 de julio, habiendo sido estrenada en el T. Rel en 2018, en coproducción con el Teatro Nacional de Lituania, la Canadian Opera Company, la Houston Grand Opera y la Ópera National de París. Nicola Luisotti, ha vuelto a dirigir Turandot, como ya lo hiciera en 2018. Todas las funciones están dedicadas a la memoria de Pedro Lavirgen.
Ficha técnica:
Dirección musical: Nicola Luisotti
Dirección de escena: Nicola Panzer
Dirección del coro: Andrés Máspero
Dirección coro de niños: Ana González
Princesa Turandot: Anna Pirozzi