Como estaba previsto, a las siete de la tarde el músico Pedraza dio un original y didáctico concierto que deleitó a los asistentes. Luis Antonio Pedraza, conocido y respetado, no sólo en Zamora, sino en casi toda España y fuera de ella, ha cosechado numerosos premios y distinciones. Es un investigador nato de los sonidos, que puede convertirlos en melodías. Ha dado a conocer instrumentos arcaicos que estaban en desuso y eran desconocidos por el gran público. Además de interpretar varias canciones populares demostró cómo con dos cucharas se puede interpretar una jota, y con sus manos y un soporte de madera conseguir armoniosos ritmos. Fue muy aplaudido por el público y dejó muy buen sabor de boca.
A continuación, dio comienzo la tertulia literaria a cargo de Daniel Boyano, Concha López Llamas, Julio Eguaras y Concha Pelayo, siendo moderador Óscar Justo Blanco quién hizo la presentación de todos ellos quienes pudieron hablar de sus libros y de lo que representa para cada uno de ellos la literatura. Al respecto, el moderador lanzó una pregunta general sobre la influencia del mundo rural en sus libros, lo que dio pie a debatir sobre la vida de los pueblos y de cómo desde lo local se llega a lo universal. Los pueblos son germen literario en todos los países del mundo porque desde que se nace son muchas las vivencias que se van introduciendo en nuestras mentas. La casa es un elemento completamente literario y de la que pocos escritores la dejan de lado. Un niño, o una niña, desde que nace oye conversaciones, susurros, risas, gritos, discusiones, canciones; en la casa se escuchan palabras amables y discordantes. Todo se va gestando en la mente de un niño y se va almacenando en la mejoría. Precisamente, la vida de los pueblos es muy rica para un potencial escritor porque no sólo se nutre de los miembros de su propia familia sino de cómo nacen los animales, cómo se vive la muerte, cómo son los entierros. Todo es muy descarnado. Todo se vive sin filtros, al natural y para un amante de la literatura esto es muy rico y estimulante.
Así se fueron desgranando las diferentes opiniones siendo muy del agrado del público. A continuación, se pasó a la firma de libros.
Hay que agradecer al Ayuntamiento de Porto y a su alcalde Quico incidió en la influencia de la vida rural en la literatura. Cada uno de los autores expuso sus experiencias desde la niñez y de cómo la vida, desde la infancia, va dejando poso que, con los años, se va plasmando en la memoria y muy especialmente en la de los escritores.
Uno de los aspectos destacados y que se graban desde la niñez, es la casa donde se ha vivido, aquellas casas grandes donde convivían las familias extensas, donde se participaba de las fiestas, de aquellas reuniones de abuelos, primos, tios, que eran tan estimulantes y de cómo el escritor potencial va nutriéndose de conversaciones, risas, discusiones más o menos veladas, susurros, incluso encuentros amorosos. Todo va nutriendo la fantasía del niño para, pasado el tiempo, verterlo en sus libros.
Coa veces que aporta la vida rural, en los pueblos, En la mesa, los autores que participamos para hablar de nuestros libros y sobre lo que ha influido a cada uno el mundo rural. Hubo muchas y variadas teorías, todas muy coincidentes. La vida de los pueblos, de todos los pueblos del mundo, ha sido, y es, germen de la literatura universal.
Una tarde muy agradable y amena.
Me acompañan en la mesa, de izquierda a derecha, Daniel Boyano, Concha López Llamas, Julio Eguaras y el moderador, Óscar Justo Blanco. Fue un placer compartir con todos ellos.
Si (
No(
