Con el título de “Oportunidades de la sostenibilidad en viñedo y en bodega. Mirando a la nueva PAC”, en la que cuatro expertos ponentes han abordado desde diferentes puntos de vista, los principales aspectos que pueden hacer al viñedo y a la bodega más sostenibles:
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“Sostenibilidad: ¿Una entelequia?”: A cargo de Pedro Ballesteros
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“Orientación de los factores de producción del viñedo hacia la sostenibilidad del terroir”. Presentada por Jesús Yuste Bombín
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“Transición a un modelo circular del sector vitivinícola”. Por Marta Gómez Palenque
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“Mirando hacia el nuevo PAC”: A cargo de Ignacio Sánchez Recarte.
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Actuando como moderadora Helena Fernández Castro, responsable de Sostenibilidad y cambio climático de ISEMAREN S.L.
A continuación, intentaré hacer un resumen sólo de las dos primeras intervenciones, dejando para otro artículo las dos restantes.
En primer lugar, intervino Pedro Ballesteros (Ingeniero agrónomo, Master en Viticultura y Enología y Master of wine). A través de su amplia experiencia y completa formación, abordó el tema “Sostenibilidad: ¿Una entelequia?”.
Desde el principio físico de la Entropía, parte del hecho de que la sostenibilidad no existe, no obstante, se pueden hacer muchas cosas para reducir el impacto negativo de nuestras acciones sobre el medio ambiente, contribuyendo a reducir la no sostenibilidad. Hay que pensar en el mundo que dejamos a las generaciones venideras.
La sostenibilidad desde el punto de vista del vino implica una integración que nos devuelve al territorio, debido a que el vino supone la actividad agrícola más intensiva por su impacto sobre el medio ambiente. Además, con un gran impacto social que supone liderar el territorio o la comarca. Como consecuencia todo lo que se haga en torno al vino, tendrá un gran impacto sobre la no sostenibilidad.
Partiendo de estas premisas nos planteó una interrogante: ¿Cómo reducir la no sostenibilidad?. A ella responde.
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Permanencia, que el viñedo permanezca en la tierra más tiempo: No es sostenible un viñedo que dure sólo 15 años. La vida útil de un viñedo debería superar los 100 años.
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Mejorar la resiliencia del viñedo, entendida como la capacidad de adaptarse a los cambios de todo tipo (sequía, erosión, cambio climático, etc)
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Mantener la biodiversidad en el terreno, en oposición al monocultivo. Subraya que el monocultivo es una opción no sostenible. Lo cual nos permitirá tener una visión del territorio en su globalidad
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Mantener el valor añadido en origen. Un vino a 3€ no puede ser sostenible. El precio de la uva representa un factor de primer orden frente a la no sostenibilidad.
En definitiva, la lucha por la sostenibilidad debe apoyarse en la innovación y en la investigación. Por ejemplo, experimentar con el sobreinjerto.
Concluyó su ponencia incidiendo en los valores que conlleva la sostenibilidad: Armonía con el territorio, Lealtad hacia los paisajes y la tierra y Humildad en reconocer que no somos sostenibles y que nos equivocamos, pero con esfuerzo podemos disminuir nuestra incidencia en el medio ambiente.
En segundo lugar, intervino Jesús Yuste Bombín (Doctor Ingeniero Agrónomo, investigador en viticultura, Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León). El tema de su ponencia lo dedicó a la “Orientación de los factores de producción del viñedo hacia la sostenibilidad del terroir”
Sostenibilidad entendida como lgestionar los recursos para satisfacer las necesidades actuales sin poner en riesgo las necesidades del futuro, implica el desarrollo social y económico y el cuidado del medio ambiente.
La OIV define la vitivinicultura sostenible como una estrategia global que implica sistemas de producción y procesamiento de las uvas, asociando además a la sostenibilidad económica y de los territorios.
La sostenibilidad vitivinícula supone que sea sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental afectando al suelo, al clima y al mantenimiento y mejora de la calidad. Por su parte la sostenibilidad económica hace referencia al rendimiento, los costes de producción y el precio de venta.
La sostenibilidad medioambiental referida a: Los suelos, condiciones climáticas y a reducir las actividades que contribuyan al deterioro medioabiental.
A continuación se refirió a la relación del vino con los factores ambientales, el vino es vendido por su origen (región, bodega específica e incluso viñedo concreto). El binomio vino-lugar es lo que da lugar al término terroir que incluye: los rasgos específicos del suelo, topografía, clima, características del paisaje, biodiversidad y acciones del hombre.
Los factores de la producción del viñedo, están relacionados con: el clima, la planta, el suelo, la composición de la uva, las características del cultivo y por último a la acción del enólogo, según el siguiente gráfico:
Todos estos factores están interrelacionados entre sí y colaboran finalmente en la calidad del vino que se obtiene en esa región. Como consecuencia los recursos que ofrece el terroir, influirán en la elección del material vegetal.
Los suelos pueden ser destruidos por la erosión natural o provocada por la mano del hombre.
¿Cómo lograr la sostenibilidad del suelo?:
Realizando cultivos según la curva de nivel y a través de cubiertas vegetales que disminuyan e incluso eviten la destrucción. También preparando adecuadamente el suelo para la plantación y evitando una intervención excesiva.
Hay que preparar el suelo en profundidad en la parte superior del mismo. Todo ello complementado con el laboreo adecuado, con una cubierta vegetal que aumente la biodiversidad, con un desherbado químico mínimo y asumible y finalmente con la corrección de deficiencias del suelo a través de una fertilización racional y evaluada, tanto orgánica como mineral
El ponente finalizó su interesante presentación haciendo alusión al reto que supone para la sostenibilidad, el cambio climático. Lo cual está afectando al régimen hídrico, a la sequía, a la madurez y calidad de la uva y como consecuencia a la calidad del vino. Todo lo cual plantea como objetivo minimizar sus efectos en el viñedo para mantener una rentabilidad sostenible en el tiempo, desde el punto de vista económico y específico para cada terroir.
En anteriores Jornadas, finalizábamos con la degustación de algunas referencias de la D.O. Uclés acompañadas de su correspondiente aperitivo, pero la pandemia que estamos padeciendo no nos lo ha permitido este año. Esperemos que el próximo año podamos celebrar la Jornada de manera presencial. Finalmente, nuestro agradecimiento y reconocimiento a la labor de Lola Núñez Pinto, Directora Gerente de la D.O. Uclés, que ha hecho posible la realización de la VI Jornada.
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