Además de los aforismos, “Augurios de inocencia” incluyen textos bellos y característicos de el escritor y pintor londinense William Blake (1787-1907): La sonrisa, La red dorada, El psiconáuta, El país de los sueños, María, La alhacena de cristal, El monje cano, Juanito el Largo, Mari la Chica o Guillermo Bond.
El ver un mundo en un grano de arena
Y un cielo en la florecilla del campo
Sostener lo infinito en la palma de la mano
Y poseer lo eterno en una hoja apenas
El petirrojo enjaulado
Pone al cielo enrabietado
El palomar lleno de palomas y pichones.
La poesía de Blake no lleva signos de puntuación y el editor lo ha respetado, así como la mayúscula al inicio del verso.
Pese a la alta consideración de Blake en nuestros días, en la suya propia no fue tan conocido o apreciado. La valoración de un autor puede tener un tiempo diferente a su propia vida. Como poeta, grabador y pintor, Blake es considerado hoy un “artista total”, para algunos críticos, el “gran artista visual de Gran Bretaña”. Para el autor londinense, la poesía y el dibujo estaban entrañablemente unidos y constituían un mismo arte, sin que uno fuera ilustración del otro. Para Blake las ilustraciones no eran representación de la escritura, sino la sensación que el poema producía en la mente y el espíritu.
William Blake ilustró también poemas de Milton, como “El paraíso perdido” o de Edward Young, “Las noches”. Su estilo pictóricera simbolismo enraizadas sus figuras en la musculatura de Miguel Ángel Buonaroti.